Después de dos años y medio, finalmente el tren Roca volvió a parar en todas las estaciones entre La Plata y Constitución. El hecho se concretó ayer cuando las nuevas formaciones se detuvieron en la estación de Ringuelet, la última de la lista.
En el último mes las otras localidades que se sumaron a las paradas fueron Hudson y Pereyra, también con andenes definitivos. La falta del servicio provocó en todos los casos un gran perjuicio para los usuarios que vieron afectada su rutina y economía.
“A raíz de que el tren no pasaba, la escuela no funcionaba. Tampoco teníamos suministro eléctrico porque pasaba por la catenarias del ferrocarril”, detalló Elena Sanatori, vecina de Pereyra.
Por su parte, desde la Asociación Vecinos en Defensa de Villa Elisa (VE.DE.VE) también coincidieron en el diagnóstico. “Esto complicó mucho a la escuela de Pereyra, a todos los chicos. Es una alegría que este Pereyra tome vida nuevamente, es un lugar muy querido por nosotros”, destacó su titular Liliana Ostapuk.
La reclamo de los vecinos de Pereyra durante estos dos años y medio, motivó diferentes acciones, entre ellas una presentación a la Defensoría del Pueblo bonaerense. “Esto logró por una larga lucha en la que participó toda la comunidad”, sostuvo Ostapuk.
El caso de la familia Sanatori
Elena Sanatori está al frente desde hace muchos años de la huerta ecológica Santa Helena, ubicada en quintas de la zona Parque Pereyra Iraola, a 50 metros de la estación del Roca.
La ausencia del tren, provocó un duro golpe en la economía del emprendimiento. “El tren le vida a este pueblo rural. Para nosotros que no pasara significaba e que hace un año la huerta no funcionara”, detalló Sanatori.
