martes, abril 23, 2024

La Honorable Cámara: la hora más oscura, y una interpretación de la ostia

El productor mendozino Alfonso Conrrado, inaugura su espacio de opinión en Diputados Bonaerenses con el análisis de Darkest Hour.

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Por Alfonso Conrado*

La posibilidad que los espectadores nos identifiquemos con los personajes, o nos podamos sumergir en una historia, pasa por muchas variables, pero sin dudas, una de ellas es la calidad de las interpretaciones de los actores, mayormente en el caso de los papeles protagónicos.

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Esos sentimientos de angustia, desesperación, o ira, que suele regalarnos muchas veces el cine, simplemente se desvanecen cuando las interpretaciones no están a la altura de la circunstancias. Justamente el caso del film La hora más Oscura (Darkest Hour), con una solidísima interpretación de Gary Oldman, es la antítesis de esta situación.

Debemos tener en cuenta que el filme protagonizado por Oldman, es una biopic (película biográfica), dirigida por Joe Wright sobre Winston Churchill, líder político inglés que estuvo al frente de Inglaterra, como primer ministro, durante la segunda guerra mundial.

Con una crisis política interna, Alemania invadiendo Francia, Bélgica y Holanda, y los soldados ingleses en clara situación de desventaja, Churchill se hace cargo del gobierno, luego de la dimisión de Chamberlain. En este contexto, se desarrolla el filme, donde Oldman nos regala una de sus mejores interpretaciones de su carrera.

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Para un actor reviste de mayor complejidad dar vida a una persona reconocida, dado que inmediatamente afloran las comparaciones con el sujeto interpretado, y adicionalmente debe incorporase la dificultad de mostrar los momentos de éxito y, también, las debilidades, caídas y dudas, logrando dar sentido y veracidad al personaje.

En el filme es acompañado por las muy buenas y consistentes interpretaciones de Kristin Scott Thomas y Lily James, quienes dan vida a la mujer y secretaria de Churchill, respectivamente.

Como todo filme, es un recorte de la realidad, y en lo personal, hubiera preferido que se observaran también los costados más oscuros del personaje, que también supo tener grandes detractores, sobre todo previo a la época narrada en el filme. Fuera de este punto, nada podemos endilgarle a nuestro actor que lleva su personificación a niveles que sólo podemos agradecer y admirar.

En este sentido, y por este trabajo, es que Oldman ha recibido los premios más importantes de su carrera, con Oscar incluido. Una carrera que ha sabido transitar tanto por las mieles grandes producciones, cómo también ha incursionado por filmes y obras teatrales independientes.

Oldman ha gestado una carrera actoral que ha sido por demás prolífica, y en la cual siempre ha sabido imprimir carácter y gran nivel a sus interpretaciones, algo que es atípico en carreras tan extensas. Sin dudas Gary ha dado grandes perfomances actorales, entre las que podemos recomendar; Sid y Nancy, donde interpreta a Syd Vicius, Drácula de Bram Soker, dando vida al conde Drácula, Mi Amada Inmortal, siendo L. V. Beethoven, y mi preferida, El Perfecto Asesino, donde tanto el propio Oldman, como Jean Reno, y una pequeñísima Natalie Portman, gestán un film de culto con interpretaciones sin fisuras.

Además de invitarlos a ver este filme, que espero disfruten, aprovecho esta primer remesa para recomendarles una película nacional que también brilla por el alto nivel de su interpretación, les hablo de La Reina del Miedo, con una excelsa Valeria Bertuccelli, que nos recuerda que el cine argentino también sabe de grandes actuaciones.

*Productor audiovisual y crítico de cine.

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