“Por resultar abiertamente inconstitucionales e inconvencionales”, el juez federal Gustavo Lleral ordenó la destrucción de las escuchas telefónicas realizadas a los teléfonos de Sergio Maldonado y a otras personas del entorno del tatuador.
El primer magistrado que tuvo la causa, Guido Otranto, había ordenado intervenir los teléfonos de Sergio Maldonado, Ariel Garzi -un amigo del artesano que en ese momento estaba desaparecido- y la dirigente mapuche Claudina Pilquiman.
Este viernes Lleral decretó “la destrucción de todos los registros y archivos documentales y/o magnetofónicos, escritos y/o auditivos, sus originales y copias, producidos u obtenidos a partir de las intervenciones telefónicas ordenadas”.
Aunque las escuchas habían sido apartadas y reservadas, la semana pasada trascendieron los contenidos de cinco audios de Ariel Garzi, en medio de la discusión sobre la filtración de intervenciones telefónicas legales.
“El magistrado antecesor ordenó una medida que, a mi juicio, afectaba indiscutiblemente el derecho a la intimidad de los ciudadanos destinatarios de ella, expresión indiscutible de la libertad de un individuo“, explicó el magistrado en su fallo.