Uno de los debates que atravesó toda la discusión que afrontó el Congreso de la Nación sobre la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que esta madrugada fue rechazada por el Senado, fue la necesidad de reforzar la educación sexual.
En este sentido, según surge de datos oficiales tres programas claves que lleva adelante Nación sufrieron feroces recortes y en muchos casos fuertes subejecusiones desde que Mauricio Macri asumió la presidencia.
1- Uno de los más importantes en la materia es “Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable” del Ministerio de Salud. Con un presupuesto de $371 millones a agosto de este año, se ejecutó solo el 12% de su partida.
Sin embargo, de eso $371 millones presupuestados el ministerio ya tiene comprometidos $350 millones. Esto quiere decir que, si bien los fondos aún no fueron utilizados, ya tienen un fin asignado para lo que resta del año.
2- Otro es el de Educación Salud Sexual Integral (ESI), que establece que todos los niños y jóvenes que asisten a escuelas públicas y privadas del país tienen el derecho a recibir una educación integral.
En 2016 la inversión en este programa se redujo un 65% en términos reales (es decir, teniendo en cuenta la inflación) en relación a 2015. En 2017 hubo un aumento del 25%, pero los fondos siguen por debajo de los de 2015.
3- En tanto, el Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia (PNSIA) muestra una caída en términos reales en 2016 y 2017. Esta política pública cuenta con un presupuesto de $182 millones para 2018 según el último informe del jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, que de ejecutarse revertiría la tendencia.
