La Cámara de Diputados de la Nación aprobó esta tarde la Ley de Bienes Personales para que la casa-habitación quede fuera del cálculo del impuesto, siempre que el patrimonio no supere los 2 millones de pesos (ese será el nuevo mínimo no imponible).
Así, las viviendas que excedan en hasta $3 millones el mínimo no imponible (es decir, que totalicen entre $2 millones y $5 millones) tributarán el 0,25 por ciento anual.
“Este proyecto se inscribe dentro de una negociación que hubo con las provincias para compensar con mayor recaudación alguno de los gastos que se harán cargo el próximo año en materia de subsidios al transporte y tarifa social eléctrica”, dijo el diputado Luciano Laspina.
El miembro informante por el bloque oficialista aclaró que “la revisión que viene del Senado incorpora la exclusión de la casa-habitación que viene a darle un alivio fiscal a la clase media alcanzada por este impuesto”.
En el proyecto de Bienes Personales se eleva el mínimo no imponible del tributo de 1.050.000 pesos actuales a 2.000.000 a partir de 2019 y se establece escalas progresivas con porcentajes diferenciados.
“Este impuesto fue pensado para gravar aquellos sujetos que tienen mayor capacidad contributiva – a los más ricos – para luego poder redistribuir esos recursos. Sin embargo desde 2016 con la ley de blanqueo, borraron con la mal llamada reparación histórica, el esquema de progresividad para llevar la alícuota al 0,25%”, cuestionó la legisladora del FPV, Fernanda Vallejos.
Aquellos que declaren bienes por entre $ 2.000.000 de pesos y $5.000.000 pagarán una tasa de 0,25%; de $ 5.000.000 a $ 10.000.000 tributarán 0,50%, y a partir de los $ 20.000.000, la tasa será de 0,75%.
“Hoy apurados por el FMI y con el apuro de instrumentar la política de déficit cero, vienen a proponer un nuevo parche para morigerar el desastre que ya han generado con esa primera reforma y recaudar algunos pesos más para poder seguir atendiendo los intereses de la deuda”, concluyó Vallejos.
