jueves, marzo 28, 2024

Efecto recesión: el consumo en supermercados se desplomó casi 6% en noviembre

Es el peor número del año seguido por febrero donde la caída de las ventas alcanzó un 6,6%.

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El consumo de los productos pasivos tales como los de cadenas de supermercados y autoservicios cayó 5,9%, en relación a noviembre del 2017, según informó ayer el INDEC. Esta situación, que se repite en los servicios públicos, se debe a la pérdida del poder adquisitivo de los argentinos.

Esta caída representa la peor desde febrero del año pasado, cuando las ventas se habían desplomado hasta 6,6%, frente al mismo periodo del 2016. En estos once meses de 2018, el consumo masivo mermó 1,3%. Por su parte, el consumo de los servicios públicos cayó 4,6% en septiembre en medición interanual.

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Se espera que, en diciembre, las ventas muestren algún indicio de repunte ya que se reabren algunas paritarias, como es el caso de los metalúrgicos que arreglaron una actualización salarial con un aumento del 40% anual; se pagará el medio aguinaldo para los trabajadores del sector privado; y el bono por $1500 para quienes cobren la A.U.H.

En un análisis a largo plazo, la consultora Scentia, a cargo de Osvaldo del Rio, a partir de los datos de INDEC, comunicó que el consumo está 12,1 puntos porcentuales por debajo en relación a noviembre del 2015, cuando Cambiemos asumió el poder. Cifra calculada en cantidades de bienes consumidos en supermercados.

Durante estos últimos tres años, el desplome de ventas las sufrieron los rubros de bienes más esenciales: artículos de limpieza e higiene, con una merma del 9,6% en medición interanual, seguido por las bebidas con una pérdida del 7,9%.

Esta realidad se debe al deterioro del poder adquisitivo, que es el resultado de una marcada inflación, impulsada por la inflación de los bienes de consumo masivo y por los tarifazos y la nafta, espacios donde el Estado tiene que regular los valores.

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