Las familias de Moreno sin duda se transformaron en uno de los grandes sostenes de la lucha que lleva adelante la comunidad educativa desde hace cinco meses por justicia por las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez y por escuelas seguras.
“Familias por la escuela pública”, es un agrupamiento de padres y madres que se reúnen una vez por semana para coordinar medidas de protesta. Comenzaron siendo 17 familias y con el paso de los días sumaron más de 100.
“Pasaron 5 meses de la tragedia y todo sigue igual. Ahora recortaron los comedores de verano y los chicos tienen que caminar como 20 cuadras para ir a buscar un sanguche”, relató Rosa, una mamá del barrio Cuatro Vientos, a Diputados Bonaerenses.
Sucede que, desde la Dirección General de Cultura y Educación bonaerense, decidieron concentrar los comedores de verano –antes repartidos en diferentes escuelas escuela- en un puñado de establecimientos.
“Antes funcionaban en las escuelas de cada barrio y queremos que vuelva a ser así. No puede ser que en pleno calor hagan caminar a los chicos, que en muchos casos es la única comida que tienen al día”, aseguró Rosa.
Por este motivo, desde “Familias por la escuela pública” vienen realizando “cartelazos” frente al Concejo Escolar de ese distrito. Pero el recorte en los comedores es sólo una parte, la otra gran demanda es que la reapertura de las escuelas en condiciones.
“Yo mando a tres de mis hijos a la escuela 39. La situación de esta escuela es un desastre, debido a que permanece cerrada desde el 2 de agosto. Los profesores les dieron clases a los chicos en la vereda”, explicó Rosa.
En la misma situación se encuentran más de 200 centros educativos de Moreno que al finalizar el ciclo lectivo todavía no abrieron sus puertas. Según denuncian las familias las obras “vienen muy lentas y en muchos casos todavía no comenzaron”.
