jueves, abril 18, 2024

Ganar a cualquier costo: una Junta Electoral sin recursos y más trastornos para los electores

Especialistas afirman que el organismo encargado de llevar adelante los comicios “no tiene fondos ni para comprar tóners”. Actualmente sólo se encarga del escrutinio de 700 mil electores mientras hay más de 12 millones de votantes en la provincia.

No les importa la gente, ni fortalecer la democracia, y no buscan disimularlo. A esta altura del partido no quedan dudas de que se trata de un debate puramente político. Las decenas de notas que circularon por los medios nacionales y provinciales se esmeraron por especular sobre las conveniencias de tal o cual candidato.

Analizaron si el desdoblamiento electoral que empuja María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires le conviene o perjudica a Mauricio Macri, indagaron en el golpe que generaría en Cristina Fernández de Kirchner y en el efecto que ocasionaría en el disperso y desordenado peronismo bonaerense. Que si Marcos Peña, que si Duran Barba y así.

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En contadas ocasiones, alguno de los políticos o escribas de uno u otro lado de la grieta esgrimieron una evidencia perdida para maquillar la enardecida rosca política. Directamente parece no interesarles disimular que se trata no tanto de una discusión de ingeniería electoral sino sobre todo de poder.

Pero… ¿y el ciudadano de a pie? ¿Cómo impactaría en él un posible desdoblamiento de las elecciones provinciales? ¿En qué lo ayudaría? ¿Cuáles son los argumentos técnicos? ¿Está en condiciones la Junta Electoral de la provincia de Buenios Aires de adelantar las elecciones? ¿Tiene presupuesto y recursos humanos? 

 

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UNA REFORMA SIN RECURSOS

 

La carta magna provincial en su artículo 63 establece que el organismo encargado de llevar adelante los escrutinios en territorio bonaerense es la Junta Electoral de la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, en su inciso 3 habilita, en el caso de simultaneidad de las elecciones nacionales y provinciales, compartir esa tarea con las Juntas nacionales.

Por este motivo, desde el retorno de la democracia en 1983 a esta parte el cuerpo bonaerense –a cargo de los presidentes de la Suprema Corte de Justicia, del Tribunal de Cuentas y de tres Cámaras de Apelación del Departamento de la Capital- durante los comicios se encarga únicamente del conteo de votos de los ciudadanos extranjeros.

Se trata de un volumen de alrededor de 700 mil personas, contra más las de 12.280.736 habilitadas para sufragar en la provincia -de acuerdo a los datos de 2017 de la Cámara Nacional Electoral (CNE). Es decir que, en el caso de que se adelanten las elecciones para junio o julio –decisión que deberá definir por decreto la Gobernadora- la Junta Electoral tendrá tan sólo tres meses para pasar de atender a 700 mil a 12 millones. 

Significa una logística, que comprende la compra, confección y traslado de las urnas, que debe adecuarse a un crecimiento exponencial. Implicaría un refuerzo extraordinario de recursos”, aseguró Sebastián López Calendino, sub director del Observatorio de Estudios Electorales y Político Institucionales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNLP (OEEPI), a Diputados Bonaerenses.

Justamente en este punto encuentra uno de los principales conflictos la tesis que agitan desde calle 6. Para graficar la complicada situación fuentes que transitan desde hace años la Junta Electoral afirman que “en las últimas elecciones el organismo no tuvo fondos ni para compara tóners”.

La mayoría de los recursos se va en sueldos, en las últimas elecciones tuvimos dificultades hasta para imprimir los padrones, o sea no tuvimos tóner suficiente. Los padrones de los extranjeros salieron en blanco y negros porque no tuvimos tinta de color”, detallaron a este portal.

Otro de los puntos centrales es la cantidad y calidad del personal. “Suponiendo que le dan los recursos, también hay que incrementar la cantidad de integrantes que tiene la Junta, porque significa escrutar a 12 millones de personas más. Se necesitaría una gran capacitación para llevarlo adelante”, explicó López Calendino.

El recurso humano es muy bueno, yo tengo el mejor concepto de los funcionarios de la Junta Electoral, es más trabajamos codo a codo en cada elección, pero nos parece que son muy pocos para afrontar una elección de tal magnitud”, agregó el integrante del Observatorio que participó de más de 50 comicios desde su creación en 2013.

 

¿Y LOS ELECTORES?

 

En caso de que prospere la estrategia que impulsan desde el entorno de Vidal, los vecinos de la provincia de Buenos Aires podrían recurrir hasta cinco veces al cuarto oscuro durante 2019 –si es que no se eliminen las PASO y en la elección presidencial se llegue hasta un eventual balotaje.

Uno de los aspectos negativos que presenta el desdoblamiento es que la gente tenga que ir a votar de nuevo. En general los electores no están muy conformes en ir a votar tantas veces. El bonaerense está acostumbrado a las PASO y las generales”, sostuvo López Calendino.

Sin embargo, pese al trastorno que generaría en el vecino de a pie, es uno de los temas que se encuentra ausente del debate. La lógica es simple: qué importa las complicaciones que genera en la gente si la estrategia cumple el objetivo. Algo parecido a la frase erróneamente atribuida a Nicolás Maquiavelo, de que el fin justifica los medios. 

La gente se cansa, por eso, cada vez que uno toca estos temas, también hay que pensar en el elector común. Qué va a pensar el votante cuando a pesar de todo, encima tenga que ir a votar tantas veces. Normalmente hay una apatía hacia la idea de ir a votar”, detalló López Calendino.

 

COMISIÓN BICAMERAL DE REFORMA POLÍTICA

 

El dictamen no vinculante que emita el 26 de febrero la Comisión Bicameral Especial de Reforma Electoral de la Legislatura bonaerense será la herramienta para impulsar, en caso de que en Gobernación consigan el visto bueno de la Rosada, una batería de cambios en los próximos comicios. Además del desdoblamiento, también se cuenta la implementación de la boleta única de papel. 

Siempre decimos que cada vez que se va a hacer una reforma electoral, lo mejor es no apuntar a la elección que viene, sino la idea es preparar el terreno para la elección que se va a dar en dos años, por lo menos, o cuatro años“, aseguró López Calendino.

Como un ejemplo de esta implementación progresiva están las modificaciones que introdujo el ex ministro del Interior y ex candidato Florencio Randazzo. En ese entonces, la reforma discutida en 2009 recién empezó a ponerse en práctica en 2011.

En esta dirección, para el especialista sería conveniente darle un caracter de permanente a la Comisión Bicameral y como ejemplo menciona el caso del parlamento de EE.UU. “Nos parece que es algo que no debería hacerse unicamente antes de una elección”, afirmó López Calendino. 

“Hay que tener en cuenta que somos la provincia más grande del país que concentra gran parte del padrón electoral. Por lo cual que, cualquier cosa que resulte del dictamen de esa comisión va a tener una preponderancia importantisima en lo que que es el proceso electoral de la Argentina”, cerró.

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