Mar del Plata es la capital provincial y nacional del desempleo. El dato lo confirmó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos que medió un 12,8% de desocupación en el último trimestre. De manera interanual, creció 3,5%.
En este sentido, el impacto de la crisis económica augura un escenario todavía más sombrío: hay siete grandes empresas de “La Feliz” que prevén avanzar con más despidos o directamente bajar las persianas.
Los casos más graves son los de la fábrica de estufas Skabe que estira la definición sobre 100 despidos, Zanella aguanta otras 35 cesantías y Toledo amenaza con el cierre de supermercados donde trabajan 1.900 trabajadores.
Por su parte, la fábrica de fideos Kernis directamente hace siete meses que está tomada por sus trabajadores que dejaron de cobrar sus salarios y en la tradicional confitería Boston hubo tomas de 220 días.
Los despidos también alcanzaron a los trabajadores del Casino donde la empresa Boldt ratificó a principio de mes ante el Ministerio de Trabajo quince cesantías.
Todo este cuadro se refleja en el crecimiento de la demanda en los comedores que afirman “no dan abasto” y en el incremento pobreza que según el INDEC en el último trimestre de 2018 alcanzó a 50 mil marplatenses.
Una de las imágenes más tristes de la crisis llegaron desde el basural de esa localidad, donde a lo largo de 2018 y en 2019 trascendieron postales de decenas de personas buscando comida entre la basura.
En medio de todo esto, queda en evidencia la inoperancia del Gobierno del oficialismo Carlos Arroyo y de la gestión de María Eugenia Vidal en la provincia, ambos enfrentados de cara a estas elecciones.
