Después de cuatro años de reclamos y varias denuncias ante la justicia, Alan Rodríguez, un joven de 23 años con Síndrome de Down recibió su título secundario.
La larga lucha de Alan por ser aceptado, comenzó en 2013, cuando pese a haber cursado desde los 3 años en el instituto Jesús María de San Vicente de Paul con un proyecto pedagógico individual y haber aprobado la currícula, desde la institución y el Ministerio de Educación le negaban la entrega del certificado.
En 2015, Alan y su familia decidieron llevar su caso a la Justicia, con el patrocinio jurídico de asociaciones especializadas en la temática y un año después, el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 1 de CABA le ordenó a la escuela y al ministerio la entrega y legalización de su título.
Finalmente, esta semana llegó el día “de la gran noticia”. “Alan hoy es otra persona, está feliz. No para de hacer cosas, hoy se levantó temprano y fue al grupo de jóvenes solidarios de Asdra para hacer tarjetas con deseos de inclusión para mandar a empresas y poder difundir el mensaje”, relató su mamá, Florencia Innamorato.
Después de 4 años, Alan Rodríguez recibe su título secundario.
Su caso contribuyó fuertemente a derribar barreras a la educación inclusiva, y a la construcción de un sistema educativo justo que valore la diversidad humanahttps://t.co/m7LFXhJxgq— ACIJ (@ACIJargentina) December 29, 2017
“Después de 4 años de haber egresado, Alan tiene el mismo título que quienes estudiaron con él, y con ello logró superar una barrera que se oponía a su inclusión en la comunidad”, aseguraron la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ)
Aunque Alan y su familia consiguieron el aval de la Justicia, la lucha que llevaron adelante deja una serie de incógnitas, que deben replantearse en las escuelas y en el Ministerio de Educación sobre el trato y la contención de las personas con discapacidad.