Tras las últimas detenciones de dirigentes sindicales y la denuncia por parte de la Procelac al líder de los camioneros, Hugo Moyano, un puñado de dirigentes k salieron a denunciar una “actitud persecutoria” que tendría como fin “ir por las conquistas de los trabajadores”.
En rigor, desde el kirchnerismo lo leen como una estrategia del Gobierno para disciplinar a la dirigencia gremial en la antesala de la discusión por la reforma laboral presentada por el presidente Mauricio Macri.
“Están usando el caso Pata Medina o Balcedo para decir que la generalidad del sindicalismo es corrupto”, dijo el ex diputado Héctor Recalde y alertó: “Cuando avanzan para deteriorar a los dirigentes sindicales, lo hacen para ir por las conquistas de los trabajadores”.
A su vez, el dirigente k se refirió a la denuncia contra Moyano y razonó que “es malo que la UIF haga trascender datos que se suponen que son reservados por ley”.
Esta consideración se da luego de la declaración del diputado camporista Andrés “Cuervo” Larroque quien había asegurado que era “necesario un acercamiento con Hugo Moyano y todos los dirigentes sindicales para ponerle un freno a la reforma laboral”.
Otro de los que opinó en la misma línea fue el secretario administrativo de la CGT y titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, que lamentó el daño que le producen al sindicalismo casos como el de Balcedo quien “nada tiene que ver con la dirigencia sindical”.
“Lo poquito de la ley que salga no va a ser en favor de los trabajadores. Cualquier reforma que se haga, por más mínima que sea, nunca va a ser en favor de los trabajadores. La previsional, laboral y tributaria no van en favor de los que menos tienen”, dijo Plaini.
