La audiencia pública llevada adelante hoy en la que Absa informó un aumento promedio del 40 por ciento que regirá desde abril para los usuarios de los 52 municipios bonaerenses en los que presta servicios estuvo rodeada de polémicas y cuestionamientos.
Pero sin duda, el momento más tenso se desató cuando un diputado provincial en medio de su rechazo a la suba cruzó con dureza al presidente de la empresa estatal, Raffaele Sardella.
“No podemos permitir que se financie el funcionamiento de Absa con la plata de los usuarios de la provincia, acá hay una lógica que dijo usted, que parece que lo dijo en cuanto director del Correo Argentino o de las empresas del Grupo Macri”, apuntó el diputado de Pehuajó Avelino Zurro.
Las palabras descolocaron al funcionario que reaccionó con furia. “Deje de hacer política y hable del agua, no voy a permitir que usted me agravie, no se lo voy a permitir”, interrumpió a los gritos Sardella mientras sus asesores intentaban calmarlo.
Tras una serie de cruces, Zurro continuó con su alocución. “Le digo ingeniero que nosotros no necesitamos que la empresa tenga superávit, lo primero que necesitamos es que le de agua a los bonaerenses. No necesitamos una empresa manejada con lógica privada”, sentenció el legislador.
En rigor, Zurro fue uno de los tantos oradores que dieron cuenta del parentesco de Sardella con las empresas del presidente Macri durante la audiencia, sin embargo fue con el único que pudo confrontar debido a sus reiteradas ausencias.
Este portal pudo relevar más de una docena de “escapadas” del funcionario del recinto mientras se daba el debate que definiría el aumento del agua.
El enojo de Sardella y los vínculos con el Grupo Macri
La ira del actual director de Aguas Bonaerenses S.A. radica en numerosas investigaciones periodísticas que dieron cuenta de la entrañable relación con el grupo Macri.
Recibido de ingeniero industrial en la Universidad Católica Argentina en 1978, Sardella es un antiguo gerente de Socma y un hombre de suma confianza del Presidente en Sideco Americana.
Conocedores del entramado de empresas del presidente relatan que Sardella se ganó la confianza de la familia cuando logró que Franco le permitiera viajar a Italia para cobrar una deuda de 17 millones de dólares que el grupo ya consideraba incobrable y él logró destrabar.
Uno de los mayores reconocimientos llegaría después, cuando los Macri lo colocaron como pieza clave de una de sus empresas concebidas para expandirse en el rubro logístico: el Correo Argentino.
Primero del Grupo Macri, luego del Estado, Sardella se desempeñó en el Correo Argentino hasta el año 2009 cuando, según relatan las crónicas periodísticas, fue removido por una serie de subcontrataciones a empresas privadas.
