Una de las principales obsesiones para el intendente de Berisso, Jorge Nedela, se concentra desde hace tiempo en desarticular la compleja situación económica que afronta el municipio. Se trata de un conjunto de problemas estructurales que han acechado la gestión del radical desde sus inicios.
Entre ellos, se encuentran el elevado volumen que representan los salarios en el presupuesto municipal -constituyen cerca del 80%-, el tamaño de la planta política, las deudas con proveedores y la abultada cantidad de horas extras que pagaba la comuna.
Hasta el momento, el gobierno de Nedela se balanceó sobre un delgado hilo que en varias oportunidades le trajo demasiados conflictos, como ocurrió en diciembre. Por tal motivo, el objetivo central del alcalde en 2018 será “mostrar más resultados”.
Consultado por Diputados Bonaerenses, luego del impulso de la visita del vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, el jefe comunal aseguró que “este año se van a notar signos de recuperación”.
“Esto no se resuelve de un día para el otro. Ahora se están llevando adelante una serie de medidas importantes y de poco las cuentas van a ir exhibiendo una recuperación”, se mostró confiado.
Entre diciembre y febrero, Nedela redujo cuatro secretarías, achicó el número de coordinadores, recortó las horas extras y avanzó sobre 100 agentes municipales que “no concurrían a sus puestos de trabajo”.
Además, serán significativos tres elementos con los que el radical cuenta: el aumento del 25% de las tasas, el crecimiento del índice de cobrabilidad, y la reciente adhesión al Pacto Fiscal de Vidal, que le permitirá pedir fondos a la Provincia.
“La ciudadanía nos exige a nosotros porque somos los que estamos a cargo y está bien que así sea. Esto va a llevar tiempo, tenemos que modificar la forma de recaudación del municipio y queremos cambios que se vean a lo largo del tiempo”, destacó Nedela a este portal.
El conflicto con los trabajadores municipales
En este contexto, otra de las metas de Nedela para este 2018 será encauzar las relaciones con uno de los sectores con los cuales ha mantenido mayor número de cortocircuitos a lo largo de este tiempo. El retraso en los pagos, sumado a la elevada intransigencia de los gremios le generó varios dolores de cabeza.
En este sentido, Nedela destacó que “la fuerza está puesta en ir mejorando los tiempos en el pago de sueldos y es una prioridad y preocupación permanente para el Ejecutivo”.
El martes pasado, los municipales llevaron adelante medidas de fuerza por un nuevo atraso en los pagos que fue solucionado rápidamente por el Ejecutivo. Pese a tener el dinero en los cajeros, mantuvieron la protesta.
“Una vez resuelta la demora confiábamos en que iban a levantar el paro pero insistieron en esa medida de manera incomprensible porque ya estaban depositados los sueldos. La mayoría de las dependencias funcionaron con normalidad”, concluyó Nedela.
