Clara Brunetti de 75 años fue la última víctima de una serie de crímenes de jubilados que comenzó veinte días antes. El primero fue el homicidio de Antonio Coniglio (96), apuñalado en su casa del barrio San José, y luego le siguieron Mirta Falco (80) y Oscar Luongo (81) asesinados por ladrones en su propio domicilio. Hasta el momento, todos los crímenes siguen impunes.
“Los hechos en ocasión de robo están recrudeciendo, no hay políticas adecuadas en seguridad, lo que termina exponiendo a la gente”, aseguró a un diario porteño el vicepresidente de la ONG Familiares de Víctimas del Delito, Héctor Blasi.
Desde la organización afirman que “los índices delictivos en la ciudad no han bajado nunca” y que “mientras siga funcionando la puerta giratoria de la Justicia seguirá siendo así: el 90% de los casos de delitos en Mar del Plata los llevan adelante reincidentes”.
Una de las exigencias es que la presencia policial no sólo se concentre en el centro de la ciudad. “Vemos que han dejado barrios muy desprotegidos. Las fuerzas federales hicieron un gran trabajo, que dio buenos resultados, pero abandonaron puestos fijos y eso complicó las cosas”, explican.
Según cifras oficiales, Mar del Plata cuenta con más de 3 mil agentes, entre policías bonaerenses y refuerzos federales. En los últimos tiempos los efectivos de Prefectura Naval cambiaron el modo de actuar y se dedicaron a hacer operativos móviles en lugar de permanecer en garitas fijas en “barrios calientes”.
En las zonas más comlejas, a los asaltos se suman las disputas entre bandas, algunas de ellas dedicadas a la venta de drogas. El último caso ocurrió el lunes pasado, cuando un joven de 20 años fue asesinado a golpes.
A pesar de la preocupación vecinal por la reiteración de casos violentos, desde la Comuna minimizan la situación. “La seguridad está controlada en Mar del Plata, más allá de estos hechos preocupantes, que se están investigando”, aseguró el subsecretario de Seguridad de la municipalidad, Marcelo Lencina.
La seguidilla de crímenes comenzó el 24 de mayo y se extendió hasta el 10 de junio. En ese periodo se cometieron más homicidios contra jubilados que en todo 2017, cuando murieron tres personas mayores de 65 años durante hechos de inseguridad. En 2015 y 2016 la situación era más compleja, con 8 y 7 crímenes respectivamente.
