La impugnación de Usina de Justicia, asociación que tiene referente a la diputada de Cambiemos Carolina Píparo, a la designación del juez federal Sergio Torres para ocupar la vacante en la Corte Suprema bonaerense, generó malestar en Gobernación.
Sucede que, el magistrado fue elegido por la propia María Eugenia Vidal para ocupar la silla que dejó hace dos años Juan Carlos Hitters. En este sentido, lo más llamativo es que la primera objeción justamente surgió del entorno de la coalición gobernante.
En la carta, la entidad dirigida por la filósofa Diana Cohen Agrest califica a Torres como “discípulo” del ex juez de la Corte Suprema de la Nación, Eugenio Zaffaroni, a quien se acusa de “implantar una doctrina abolicionista” en el sistema penal argentino.
De perfil bajo, el magistrado de 54 años que estudió en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y desarrolló casi toda su carrera en la Justicia Federal, se ganó el respeto de Vidal durante la triple fuga de General Rodríguez.
“No podemos callar nuestra oposición a dicho nombramiento, el que estimamos como un enorme retroceso en la lucha que hace años hemos emprendido”, indica la misiva presentada por Usina de Justicia.
Torres es Doctor en Ciencias Jurídicas (2008) y Magister Internacional en Nuevos Delitos Penales (2007) y además preside el Consejo Académico de la Casa de Ana Frank en la Argentina, según publicaron los medios nacionales.
La doctrina abolicionista “nos está llevando día tras día las vidas de nuestro seres queridos y condenando a todos los ciudadanos a vivir tras rejas”, cierran desde el think tank judicial de Cambiemos en otro pasaje de la impugnación.
