En menos de una semana se va a cumplir un año desde que Mauricio Macri anunció públicamente que había “iniciado conversaciones” con el Fondo Monetario Internacional para “fortalecer” un nunca parido “programa de crecimiento y desarrollo”.
Desde ese momento hasta ahora, el dólar duplicó su valor y todas las variables de la economía siguieron barranca abajo. Macri ostenta el triste record de ser el Presidente que más dólares recibió desde que Argentina conoció el Fondo, con el acuerdo inaugural estampado por el ex presidente Arturo Frondizi.
Así, en septiembre de 2019 el Gobierno de Cambiemos habrá recibido el 88% de la deuda más grande que el país ha tomado con el organismo internacional en los últimos 60 años. La próxima administración sólo percibirá un magro 12% del acuerdo y afrontará vencimientos por USD 150 mil millones.
Esto significa: más de USD 50 mil millones que destinados a la especulación financiera y la fuga de capitales, mientras los salarios siguen en retroceso, la inflación no encuentra techo, la desocupación se disparó y los números de la pobreza son un golpe directo al modelo M.
En esta dirección, la semana pasada Macri selló el verdadero Pacto de Caballeros para financiar la desenfrenada fuga de capitales. Con aval del organismo, el Central habilitó la intervención por debajo del techo de la banda cambiaria, amplió el remate diario de USD 150 a 250 millones y dejó de publicar el detalle de las reservas.
Uno de los que encendió las alarmas fue el diputado nacional Áxel Kicillof. “Que el Banco Central deje de comunicar el nivel de reservas es insólito. Esto está conectado con la decisión con el volantazo acordado con el FMI, que es para sacrificar reservas que van a engrosar la fuga de capitales”, objetó.
En 2018 la fuga de capitales marcó un record histórico: USD 27.230 millones, más de la mitad del acuerdo con el Fondo. El último Balance Cambiario del Central muestra que la Formación de Activos Externos del Sector Privado no Financiero (FAE) de marzo fue un 80% más elevada que en igual período de 2017 y un 78% más que en idéntico mes de 2016.
Otro de los que remarcó el “fracaso” de Macri fue el ex titular de la UIA y diputado massista Ignacio De Mendiguren. “Las corridas sin control, la pérdida de reservas y que todo el esfuerzo que se haga para financiar fuga de capitales ya lo conocemos. Esto no hay forma de pararlo sin generar confianza”, advirtió.
La ex titular del Central, Mercedes Marcó del Pont también puso la lupa sobre este punto. “Nadie habla de regular la fuga. Han naturalizado que todos los ahorros de la noche a la mañana se pueden pasar a dólares sin límites. Mientras siga está política, van a seguir dilapidando reservas y devaluando”, disparó.
Sin embargo, pese a los esfuerzos oficiales por devolver favores a los grandes ganadores del Modelo M, la confianza de “los mercados” no llega, como tampoco nunca arribaron “los brotes verdes”, “el segundo semestre” o el “rebote de la economía”.
En las últimas semanas, con los cambios del Central y el devaluado programa Precios Escenciales, Macri contradijo la biblia neoliberal y dejó bien claro, como bien alguna vez ironizó con lucidez Groucho Marx, que en este tipo de casos los principios son un insumo fácilmente descartable.
