A horas de que la Cámara de Diputados de la provincia avance en el tercer cambio de autoridades de la gestión María Eugenia Vidal las reuniones son frenéticas, reinan las indefiniciones y el pedido de licencia que presentó el presidente del Cuerpo Manuel Mosca todavía no llegó a manos de la oposición.
“Ayer casi me quedo sin cenar”, bromeó un diputado oficialista para marcar la duración que tuvo una de las reuniones que mantuvieron con los bloques opositores y que se extendió hasta entrada la noche en la capital provincial. En este sentido, si bien se da por descartada la aprobación de la licencia nadie conoce la letra chica.
En concreto, el único registro que consta en mesa de entradas de la Cámara baja es una comunicación ingresada por Mosca el 29 de abril dirigida a la Secretaría Legislativa que tiene como destino final la Comisión de Asuntos Constitucionales.
La nota llamativamente no puede ser consultada en la web oficial de Diputados y en mesa de entradas tampoco aparece. Sin embargo, el camino hacia la Comisión que preside el bahiense Santiago Nardelli da pistas que se podría tratar del pedido de exoneración.
Lo cierto es que, a horas de la sesión todavía no se conoce el detalle del texto que podría cambiar la opinión del bloque de Unidad Ciudadana (UC). “No es lo mismo si se basa en cuestiones personales, que si se fundamenta en la extorsión lo que generaría otro terremoto”, admitió un diputado k a este portal.
En medio de todas las versiones de pasillo que se multiplican, algunos legisladores de de UC creen que todo se trata “de un gran bluff” para salvar las ropas del caído en desgracia hombre de Bolivar. “Después del vuelto de Peña algo tienen que hacer, pero ellos mismos dicen que no pasa nada”, dijo un legislador.
Así las cosas, si se aprueba el desconocido pedido de licencia se daría un desplazamiento natural de las autoridades que dejaría a la diputada del PJ Marisol Merquel y al kirchnerista Carlos “Cuto” Moreno con la poderosa herramienta de la doble firma.
Según pudo saber Diputados Bonaerenses, el alcalde de Lomas de Zamora Martín Insaurralde, que comanda la bancada de Merquel, ya habría prometido a Vidal no asestar –en sus propios términos- “un golpe institucional”. “No vamos a desestabilizar”, dijo un legislador con oficina sobre el ala de 51 de la Legislatura.
En este sentido, los partidarios de “la teoría del bluff” aseguran que después de los 60 días volvería sin problemas el esposo de la senadora nacional Gladys González. Este nuevo pacto de gobernabilidad mantendría “intactos” los acuerdos por las leyes, subsidios, becas y fondos para los bloques.
Según pudo conocer este portal, por el lado del oficialismo hubo un interlocutor que se encargó de sondear una a una telefónicamente la postura de los diputados amarillos. “La respuestas no fueron para nada positivas”, admitió un operador de Cambiemos dando cuenta del clima que se vive en el bloque.
Otra de las jugadas que dejaron correr desde el oficialismo, que sería mucho más complicada y que poco a poco se fue enfriando, fue la posibilidad de una nueva votación de autoridades. Sucede que, esa ingeniería implicaría la renuncia de todos los diputados con cargo en Presidencia.
Como antecedente de las dificultades que conllevaría flota el caso del diputado mandato cumplido Marcelo Feliú que resistió su renuncia en el enroque que llevó a Mosca a quedarse con el lugar que supo ocupar el economista massista Jorge Sarghini –primer presidente de la Cámara baja bajo la gestión Vidal.
Esa movida, que exploraron en Cambiemos pero que perdió peso a lo largo de las horas, ubicaría al marplatense Maximiliano Abad al frente de “La Casa” y a un legislador PRO –que hubiese salido del riñón del intendente de Vicente López Jorge Macri- como líder de bloque.
Entrada la noche del miércoles previo a la definición, si bien algunos aseguran que el acuerdo estaría “cerrado” todavía reinan las dudas y las especulaciones sobre el contenido del pedido de licencia que el oficialismo presentaría sobre el medio día de mañana en la reunión de Labor Parlamentaria.
