El gobernador peronista Juan Schiaretti fue reelecto con casi el 54% de los votos y le sacó 35 puntos al candidato de la Casa Rosada, Mario Negri, alcanzando la mayor diferencia desde la vuelta de la democracia.
Semejante diferencia permitió también el triunfo de Martín Llayora en la estratégica elección por la intendencia de la capital provincial, desde hacía tiempo en manos de la oposición.
Aunque tanto Schiaretti como los oficialistas intentaron darle una fisonomía local a los resultados, es inevitable esbozar una proyección nacional ya que Mauricio Macri anotó su octava derrota electoral en lo que va del año.
“Un minuto de silencio… para Macri que está muerto“, cantaba la militancia peronista ayer por la noche. Schiaretti reivindicó su pertenencia a un peronismo “federal, democrático y republicano”.
Dos factores claves para el peronista fueron la decisión de Cristina Kirchner de bajar a su candidato Pablo Carro y la fractura de Cambiemos que terminó con Negri enfrentado a Mestre como representante del radicalismo disidente.
La aplastante victoria de ayer le permitió a Schiaretti conseguir los dos tercios de la legislatura unicameral y la amplia mayoría de las 243 intendencias en disputa, las más importante obviamente fue la capitalina.
Sin embargo, en el triunfo del cordobés se buscó evitar la foto nacional. En el bunker no estuvieron presentes ninguno de los líderes de Alternativa Federal: ni Sergio Massa, ni Roberto Lavagna, ni Juan Manuel Urtubey, ni Miguel Angel Pichetto.
Por su parte, el PJ Nacional que encabeza José Luis Gioja destacó el nuevo triunfo del peronismo unido como ya ocurrió en las PASO de San Juan y Entre Ríos, y como esperan que se repita el domingo que viene en La Pampa.
En tanto, Mestre habló de la “difícil situación económica” que impactó en los comicios de ayer, una manera de distribuir responsabilidades con la Casa Rosada donde intentaron sin éxito que desistiera de postularse.
Negri contó con el aval del Gobierno y recibió como refuerzos para la campaña a María Eugenia Vidal, a Horacio Rodríguez Larreta y, especialmente, a Elisa Carrió, quien más presionó para convertirlo en candidato.
