La petroquímica Arcynur de Burzaco volvió a encender la alarma en territorio bonaerense. A principios de agosto la fábrica de baterías tomó estado público por el despido de 35 trabajadores que fueron reincorporados en los últimos días y este miércoles los obreros denunciaron “contaminación de plomo en sangre”.
En ese sentido, el delegado de los damnificados confirmó en diálogo con Diputados Bonaerenses que “tenemos ocho compañeros que tienen plomo en la sangre porque nosotros manipulamos ese material y a mayor niveles de exposición, mayor es la contaminación”.
“En una primera instancia, desde la patronal dejaron de pagar las prepagas de modo que el personal quedó sin cobertura y no pudieron acceder al tratamiento”, agregó.
Por esa razón, decidieron elevar sus reclamos a las autoridades locales y provinciales para que las personas que estén contaminadas con plomo puedan acceder al tratamiento.
“El Ministerio de Trabajo y la patronal se comprometieron a que podamos acceder a nuestros estudios médicos generales, tras volver a nuestras fuentes de trabajo, para que la situación se normalice”, sostuvo el vocero.
Bajo este marco, la empresa se vio obligada a normalizar las obras sociales de los empleados y también la ART, pero también se les reclamó una modificación edilicia para que esta situación pueda evitarse.
“Nosotros queremos seguir trabajando pero hay que modificar la estructura edilicia para seguir adelante. Ganamos una lucha y seguimos adentro, pero ahora vamos a seguir peleando por nuestro bien estar”, remarcó Marcelo.
El cinco de agosto, los obreros de la fábrica de baterías Arcynur, ex Ran Bat, llegaron a su trabajo pero las persianas estaban cerradas y como resultado, 35 familias quedaron en la calle.
No obstante, tras 23 días de lucha acampando en el Parque Industrial de Burzaco y varias movilizaciones, luego de una audiencia con funcionarios provinciales, la cartera de Trabajo dictó la reincorporación de los cesanteados.
“Es un triunfo de la lucha, de la unidad obrera y de la gran solidaridad de trabajadores que recibimos de las distintas fábricas del parque, de nuestras familias, de vecinos y de organizaciones gremiales, políticas y sociales”, manifestaron tras retomar su fuente laboral.
