El flamante intendente electo de Morón por el Frente de Todos, Lucas Ghi, se expresó en torno al municipio con que se encontrará a partir del 10 de diciembre tras la salida del macrista Ramiro Tagliaferro.
“Hay una enorme deuda social. Morón no tenía comedores comunitarios y hoy hay 50. En el 2015, en nuestra ciudad encontrar un local vacío en las áreas centrales era muy difícil”, detalló en Radio Caput.
Ghi, que ya fue jefe comunal de la localidad, recuperó la alcaldía con el 46,56% de los votos mientras el ex marido de la gobernadora María Eugenia Vidal quedó a pocos pasos con el 43,38%.
“En principio, lejos de haber sido relegado en la distribución de recursos, el Intendente recibió más que el promedio. Lamentablemente eso no se tradujo en mejora de la calidad de vida de los habitantes”, remarcó.
En relación a ello, el nuevo intendente se cuestionó a dónde fueron destinados esos montos de dinero y señaló que, junto a su equipo, investigarán la suerte que corrieron los fondos municipales.
En los últimos tiempos, hubo varios episodios que erosionaron la confianza en el alcalde amarillo, especialmente los conflictos con el hospital municipal y el pedido público de los médicos de donaciones para poder atender a los pacientes.
“En el parque industrial La Cantábrica teníamos pedidos de empresas de nuestra ciudad y de otra ciudad para instalarse, hoy hay naves vacías. Eso refleja la destrucción de derechos elementales y del tejido productivo”, subrayó.
En tanto, el último martes, Tagliaferro recibió en su despacho al referente peronista para organizar y hablar de la transición de cara al 10 de diciembre y señaló que “la idea es atravesar estos días que quedan con racionalidad”.
