El Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, es uno de los tantos funcionarios bonaerenses que por sus responsabilidades al frente de la provincia más poblada del país debe romper el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En este sentido, en las últimas horas reveló como pasa la cuarentena, que ya lleva 19 días vigente, junto a su pareja y sus dos hijos en la Residencia de la Casa de Gobierno en La Plata, de calle 5 entre 51 y 53.
“En lo personal y en lo familiar una situación muy extraña y poco habitual para la que no estábamos preparados, pero no quiero victimizarme”, admitió el primer mandatario bonaerense en declaraciones radiales.
Cuando termina su jornada Kicillof comparte sus horas con Soledad Quereilhac -doctora en Letras, profesora de la UBA, investigadora del Conicet y militante feminista- y sus dos hijos León y Andrés (de 10 y 7 años respectivamente).
“Encuentro mucho apoyo en mi familia en este momento. Ahora los chicos toman clases virtuales en la misma escuela que venían cursando”, agregó el Gobernador de la provincia.
Por eso, Kicillof aplica el mismo protocolo que un trabajador de la salud cuando llega a su casa: deja el calzado afuera del hogar, desinfecta la ropa y se baña y no comparte el mate ni los utensilios de cocina con ningún integrante del grupo familiar.
Además, extremó las medidas de protección durante las reuniones de Gabinete en donde se respetan cuidadosamente la distancia preventiva, se abren todas las ventanas y una vez concluido el encuentro, se desinfecta todo el lugar.
Por otra parte, Kicillof sostuvo que “estamos trabajando contra reloj, la provincia de BsAs está remando a toda velocidad, se están haciendo obras que tienen que ver con llevar oxígeno a donde no había”.
“Ayer decidimos la triplicación de la inversión en el servicio de alimentación para chicos y hubo que imprimir cuadernillos que se están repartiendo junto con los alimentos; y duplicamos la cantidad de camas", cerró.
