jueves, abril 18, 2024

La crisis de los transportes escolares pone en jaque a más de 6.000 familias bonaerenses

El 95% no pudo ingresar a la “reconversión” para prestar servicios en otros rubros y el 90% no pudo acceder al Ingreso Familiar de Emergencia de $10.000.

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Apenas había comenzado el ciclo lectivo, se suspendieron las clases, incluso antes de que se decretara el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y los transportistas escolares vieron truncado ingreso económico. A más de dos meses del inicio de la cuarentena, viven una situación asfixiante que los pone contra las cuerdas.

A comienzo del mes de mayo llevaron a cabo distintas reuniones con las autoridades provinciales para poder encontrarle una salida a la crisis acuciante que viven. Tras elevar un pedido de reconversión, finalmente lograron que desde el Ejecutivo bonaerense se los habilitara para realizar el traslado de los empleados de las distintas actividades que fueron flexibilizadas en el tiempo.

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De esta manera, pudieron lograr una salida transitoria al escenario complejo que pone en jaque la actividad, pero la soga sigue ajustada al cuello. No fueron muchos los que lograron un acuerdo con las grandes empresas o industrias que continuaron funcionando durante el aislamiento, teniendo en cuenta que, a los elevados costos por el servicio, se le debe agregar la baja facturación de las compañías.

 

 

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Al respecto, Roberto Zagame, presidente de la Cámara de Transporte Escolar de la Provincia de Buenos Aires, detalló en diálogo con Diputados Bonaerenses que en el territorio bonaerense existe un parate de más del 95%, a pesar de la reconversión y manifestó que “es muy poca la gente que ha conseguido trabajo”. A pesar de las dificultades, se mostró agradecido con las autoridades por brindarles una respuesta a sus reclamos, aunque aclaró que no fue suficiente.

Fueron apenas unos pocos días los que pudieron trabajar en este año, sumando que venían de los dos meses de vacaciones, por lo que los ingresos en el 2020 han sido escasos. Con la crisis económica que atraviesa el sector, Zagame cree que “una vez pasado el aislamiento social, el sufrimiento de nuestra actividad va a ser aún mayor”.

En este sentido, sostiene que una posibilidad de mejorar el funcionamiento de los transportes sería que exista una asistencia financiera por parte del gobierno con destino a las empresas para que, esta manera, cada una pueda contratar un servicio particular, caso contrario “va a ser muy difícil poner en marcha la rueda del transporte”.

En el horizonte cercano, no existe ninguna certeza sobre la posibilidad de que regrese el ciclo lectivo, al menos en la provincia de Buenos Aires. Las autoridades de Educación están analizando caso por caso los 135 distritos, de los cuales en su gran mayoría tienen pocos infectos registrados por coronavirus, y realidades totalmente disímiles un municipio de otro.

 

 

Con el objetivo de encontrar una solución, esta semana los representantes de la Cámara mantendrán una reunión con José Ramón Arteaga, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) para ajustar algunos temas en cuanto a los traslados y las jurisdicciones, teniendo en cuenta que existe una complicación para el ingresar desde la provincia a la Capital Federal. “Estamos estudiando la salida, pero no la encontramos”, reveló Zagame.

A su vez, no han podido acceder a los beneficios del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y tan solo en algunos distritos se han conseguido bolsones de mercadería para paliar la situación. El 90% de los transportistas escolares son monotributistas en categorías que no se ajustaban a las medidas planteadas por el Ejecutivo.

Al mismo tiempo, en cuanto a los créditos que se anunciaron, en su gran mayoría no calificaban a la hora de realizar los trámites en los bancos. Según explicó Zagame, casi la totalidad de los trasportes son parte de emprendimientos familiares, como único medio de subsistencia y no cuentan con empleados.

 

 

Terminado el aislamiento, la crisis económica, va a terminar de destruir a nuestro sector. Ya veníamos con una rentabilidad bajísima. El transporte escolar puerta a puerta es lo que más nos preocupa por que no sabemos cuáles van a ser las familias que puedan contratar el servicio”, advirtió el presidente de la Cámara de Transporte Escolar.

Son cerca 4500 transportistas en la provincia de Buenos Aires, y son alrededor de 6 mil las familias que dependen de su funcionamiento. “Somos un sector muy grande, casi tanto como el del transporte público de pasajeros”, manifestó Zegame quien además afirmó que “no tienen información de un posible regreso de las clases en el corto plazo”.

Además, se van a tener que enfrentar a otra complicación, ya que cuando las unidades están paradas por un período tan largo se deterioran y la batería podría dejar de funcionar y para reemplazarla el costo está alrededor de los 18 mil pesos. Por tal motivo, en el momento en que las clases regresen en el marco de la “nueva normalidad”, tendrán un gasto que no está en los planes.

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