viernes, marzo 29, 2024

Sin rumbo: tras dos portazos, no descartan más renuncias en el Gabinete de Cagliardi

En pocos meses se produjeron dos renuncias en lugares claves que obligaron al intendente de Berisso a reacomodar las piezas del tablero. Las internas, rumores y reproches no paran en el peor momento de la pandemia. Preocupante escenario.

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Fue corto el tiempo que pasó desde que la gestión asumió en diciembre hasta que se produjeron los primeros cambios de peso en lugares sensibles como lo son las carteras de Seguridad y Salud, algo que puso de manifiesto serias diferencias entre los funcionarios y el intendente Fabián Cagliardi.

En apenas 7 meses y unos días desde la llegada del intendente al sillón municipal, se vio obligado a reacomodar el Gabinete tras la renuncia de la titular de la cartera sanitaria, Rita Hernández, quien en medio de la pandemia pegó el portazo ante la falta de presupuesto, equipo y envuelta en una nociva interna con una funcionaria bajo su órbita.

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Pero lejos de encontrar calma, el tablero perdió otra pieza fundamental y el jefe comunal sufrió la dimisión de la subsecretaria de Seguridad, Mónica Bassi, justo en momentos en que Berisso es asediada por una creciente ola de episodios delictivos que pone en jaque a varios barrios y convirtiendo a la ciudad en tierra de nadie.

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El cuadro de situación es preocupante y muchos de los vecinos que fueron víctimas de los violentos asaltos, apuntaron directamente a los integrantes de esa cartera como los responsables de los escasos controles, denunciando zonas liberadas y argumentando que los hechos delictivos eran una constante a lo largo y a lo ancho de la ciudad.

Desde un primer momento, tanto en esas áreas como en otras que conforman la planta orgánica local, no estuvo claro cuál era el rumbo que iban a tomar, algo que se profundizó todavía más con la aparición de la pandemia. Esa falta de muñeca terminó provocando serias complicaciones en la relación con algunos funcionarios, que se vieron asediados por la carencia de recursos humanos y financieros.

 

 

En ese marco, desde la oposición venían denunciando ciertas irregularidades e internas en el Gabinete de Cagliardi que a fin de cuentas terminaban perjudicando a toda la comunidad. Esas áreas fueron las primeras perjudicas por la falta de conducción política que propios y extraños le indilgan al intendente del Frente de Todos.

La inexperiencia en cargos de esta índole le está jugando una mala pasada a un hombre que tiene una tradición empresaria y un escaso conocimiento en el ámbito de la gestión gubernamental. Esa ineficacia va quedando al descubierto y hasta incluso en los pasillos de la Municipalidad no se descarta que en las próximas horas se vea obligado a realizar nuevos cambios.

 

 

Sin embargo, estos primeros tropiezos en su administración, les pondrían un freno a sus aspiraciones. La repentina salida de Hernández, sumado a la renuncia de Bassi, pusieron al ex polito de TC en una encrucijada y lo obligaron a modificar el esquema, realizando enroques de cargos, como en el caso de Néstor Epeloa, quien debió abandonar Control Urbano para hacerse cargo de Seguridad.

En el caso de la cartera sanitaria, el desmanejo de Cagliardi provocó el desborde en los operativos de testeo y control de Covid-19, presentando focos en algunos barrios que no han sido aislados de manera correcta. Además, en algunos casos personas que habían tenido familiares con coronavirus, el protocolo solamente estaba destinado a realizar hisopados en aquellos que tenían síntomas, por lo que se presume que hay muchos más casos de los que realmente informa el municipio.

A pesar de que sufrió dos bajas fundamentales en el andamiaje del Ejecutivo, hasta el momento el intendente no se ha expedido públicamente y es el protagonista de un estruendoso silencio. Las explicaciones de las dimisiones no fueron explícitas puertas para adentro y mucho menos tuvieron una explicación hacia los sectores de la oposición.

 

 

Según pudo saber Diputados Bonaerenses, las salidas en el gabinete no se agotarían allí, sino que además se vislumbra que también haya cambios importantes en el área de Acción Social. Desde Juntos por el Cambio sostienen que es un área que está fallando y que la gente no recibe lo que necesita, sino que más bien estaría destinado directamente a militantes que responden a Cagliardi.

Uno de los conflictos que podría desatar una nueva erosión a la planta política es debido a un desfasaje en cuanto a la cantidad de productos que debía incluir los bolsones de comida que son entregados. Aparentemente, tendría muchos menos de lo que correspondería, dejando la puerta abierta a un escándalo de grandes proporciones y a más renuncias.

El área de Acción Social está conformada por funcionarios con pasado municipal y que pertenecieron a la gestión de Enrique “Quique” Slezck, el ex intendente y mentor de Cagliardi, que perdiera las elecciones de 2015 a manos del cambiemita Jorge Nedela.

 

 

Según revelaron las fuentes consultadas por Diputados Bonaerenses, el secretario de Promoción Social, Lucas Spivak y el director de Acción Social, Ezequiel Brizzi, serían quienes podrían dar un paso al costado en breve, dejándole su lugar a Manuela Chueco, la periodista que ya supo ocupar ese rol durante la administración pasada de Nedela.

Mientras tanto, el alcalde berissense busca tejer relaciones y acercamientos con la provincia poniendo el foco en la obra pública, teniendo en cuenta sus antecedentes manejando compañías de la construcción, sector donde comenzó a tejer su relación con el propio Slezack.

 

 

Se dice en los corrillos del municipio de la ribera que el intendente busca por lo bajo posicionarse para meterse, otra vez, en el negocio de la obra pública en la provincia. Incluso, ya tendría socio político para esa empresa que lo ubicaría de los dos lados del mostrador.

De todos modos, ese sería un nuevo escollo que deberá sortear Cagliardi, teniendo en cuenta que una de las razones que desencadenó la renuncia de la subsecretaria de Seguridad fue la feroz interna y los enfrentamientos a entre dos facciones de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) que la funcionaria no pudo controlar.

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