Este domingo se cumplen tres años desde que Johana Ramallo fue vista por última vez el 26 de julio de 2017 en las calles 1 y 63 de la ciudad de La Plata, cuando tenía apenas 23 años.
Se había despedido de su mamá, porque volvería a comer con su familia. Pero no llegó. Su mamá, Marta Ramallo, inmediatamente empezó a buscarla en comisarías y hospitales, escuchando de boca de policías frases como “se habrá ido con un macho”.
Primero, se abrió una causa en la justicia provincial a cargo de la fiscal Betina Lacki quien, a pesar de la familia y los amigos, repitió “una y mil veces, seguía sosteniendo que era posible que Johana se hubiera ido por voluntad propia”.
“A fuerza de lucha, aunque hayan cambiado de formato en esta oportunidad por el marco de la pandemia, logramos que la causa pase a la justicia federal y que sea investigada como trata para la explotación sexual”, dijeron los familiares.
En esa línea en un comunicado afirmaron que “toda la información desde el principio apuntaba a que esa era la hipótesis más adecuada y que era urgente dar con los responsables de la desaparición de Johana”.
“El año pasado, a casi dos años de buscarla sin parar, recibimos la confirmación de que restos de un cuerpo encontrados en Berisso pertenecían a Johana. Restos que habían sido encontrados en agosto del año anterior por un hombre que vive en esa zona”, relataron.
“Y luego, Rosa Bru nos alertara que se investigaron pensando que eran restos de una mujer. A partir del 30 de abril de 2019, comenzamos a exigir justicia por su feminicidio, el peor desencadenamiento que podíamos esperar”, añadieron.
Por estas horas, la causa está a cargo del juez Adolfo Gabino Ziulu, quien a pesar de recibir a Marta, “sigue sin darnos una respuesta acorde a las circunstancias, sigue sin identificar y juzgar a los responsables que continúan actuando con total impunidad”.
“En la investigación hay sospechas y líneas claras ¿qué es lo que falta para que encuentren a los responsables? ¿Cuánto tiempo más tiene que esperar la familia de Johana?”, se preguntaron.
“Sabemos que en la ciudad de La Plata, en la zona de donde se llevaron a Johana, entre otras, existen redes de trata y explotación sexual a la vista de todes, sabemos que la policía bonaerense lo sabe, lo permite y es cómplice”, denunciaron.
Por ese motivo, la familia, amigos y organizaciones sociales exigen que se aparte a la policía bonaerense, “responsable de proteger la zona de donde desapareció Johana, de la investigación”.
“El Ministerio de las Mujeres, políticas de género y diversidad sexual de la provincia, desde su creación viene acompañando la causa. Por primera vez desde aquel 26 de julio, un organismo provincial se hizo eco de nuestro reclamo”, admitieron.
“Durante estos 3 años de impunidad, Marta Ramallo y su familia recibieron amenazas verbales e incluso su casa fue atacada a tiros sin que nadie asuma las consecuencias por ello”, contaron.
“Durante estos 3 años la familia ha sido víctima de violencia institucional, pasando una y otra vez por juzgados, oficinas y expedientes sin obtener respuestas. A 3 años decimos que tenemos prohibido olvidar a Johana”, dijeron.
“Su mamá y sus hermanes que la extrañan nos lo piden. Su hija, a quien le arrebataron a su mamá nos lo pide. Nos lo piden las ex trabajadoras del Programa “Ellas Hacen” que se quedaron sin una compañera. Nos prohibimos olvidar todes”, marcaron.
“Gritamos hoy por las redes ¡basta de impunidad! El Estado es responsable. Le exigimos al Juez Ziulu que identifique y juzgue a los responsables de la desaparición y el feminicidio de Johana Ramallo. Exigimos MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA”, cerraron.
En tanto, su madre, Marta Ramallo, sostuvo que "a tres años, la causa avanza con pasos lentos y eso lleva a la impunidad y al silencio de quienes no han podido hablar y decir qué pasó, quiénes fueron y por qué se ensañaron con la vida de nuestra Johana".
La mujer remarcó que "una red de trata se nos sigue riendo en la cara, necesitamos que la causa avance con la verdad y justicia para Johana y todas nuestras Johanas que el Estado ausente, que un poder misógino y machista, no dejó volver a sus casas".
"Los jueces y fiscales se tienen que hacer cargo de que ellos también son parte del femicidio de Johana porque no supieron ni quisieron escuchar los pedidos de aparición con vida, no se tomaron el tiempo", insistió
"A veces, me doy por vencida pero no me lo tengo que permitir porque le estaríamos fallando a Johana y a mi nieta, a quien le prometí que iba a hacer todo lo imposible también para encontrar a cada uno de los que se ensañaron con la vida de su mamá", cerró.
