sábado, abril 20, 2024

Máxima alarma por la saturación de los planteles de salud: habría 10.000 trabajadores contagiados

Son datos de CICOP ante la falta de cifras oficiales. La preocupación más grande se desplazó al estrés de los planteles de los trabajadores de la salud.

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La principal preocupación de los gobiernos nacional y provincial por estas horas se trasladó a la “saturación” del plantel de profesionales de la salud. Incluso, superó la inquietud por la rápida ocupación de camas de internación en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

Según reconstruyó Diputados Bonaerenses, fue uno de los temas que generó más consternación en la reunión entre el presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y el alcalde de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, donde se definieron los detalles del anuncio de este mediodía.

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“Nosotros estamos sumando todo lo que podemos, pero no es solo el inmueble y la aparatología, también estamos saturando al plantel de profesionales. Y eso no tiene margen de ampliar. Es el tema más preocupante de todos”, aseguraron a este portal desde la comitiva provincial.

En esa línea, desde la Asociación Sindical de los Profesionales de la Salud (CICOP), traen ese reclamo y estado de alerta desde hace varios meses. Según señalaron, consideran que hay un déficit de 2.500 trabajadores sanitarios entre médicos, enfermeros y camilleros en el territorio bonaerense.

“La situación es muy preocupante, hay altísima demanda, alta contagiosidad donde el Conurbano sigue siendo el epicentro y donde, además de la población, tenemos un gran número de trabajadores de la salud contagiados y afecta la capacidad de dar respuesta de los efectores y se convierte en un cuello de botella para la prestación que se necesita”, dijo el vicepresidente de CICOP, Fernando Corsiglia a este medio.

Según los datos que divulgó el ministerio de Salud hasta el mes anterior, el porcentaje de personal sanitario contagiado de Covid-19 se mantenía en el 7%, siendo uno de los más bajos de la región.

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En el último informe sanitario, el propio viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, confirmó que la falta de personal es una preocupación real de la actualidad en materia sanitaria, a la vez que alertó por la ocupación de camas.

“En algunos lugares empieza a faltar capacidad de respuesta. Eso puede ser un médico que atienda, una guardia, una cama, el resultado de un análisis. Son los signos que empiezan a verse de un sistema con mayor estrés”, afirmó el funcionario esta semana.

Sin embargo, Corsiglia marcó que el número es muy cambiante por la lógica de alto contagio que presenta este virus, y que hasta el momento el número de contagios entre el personal ascendería a cerca de 10.000 trabajadores, mientras los fallecidos rondan los 40 en el territorio bonaerense. Uno de los grandes problemas es que por cada trabajador contagiado se aísla a un promedio de 6.

En ese orden, desde el gremio señalaron que los números oficiales están atrasados y que desde la cartera que conduce Daniel Gollán no se brindó la información actualizada a pesar de los pedidos formales.

“A lo largo del tiempo se conformó un sistema de salud debilitado y de ese modo abordamos la pandemia. Se avanzó en dotar de camas e insumos pero no llegamos a conformar los planteles que necesitamos y así transitamos la pandemia. Conseguimos que ingresaran unos 600 al sistema pero aún hay déficit, que se agudiza por los contagios”, resaltó.

En tanto, algunos sectores hospitalarios debieron ser cerrados ante la proliferación del virus entre sus trabajadores y los contactos estrechos de estos, lo que hace que deban permanecer en aislamiento preventivo.

En otro escenario, tanto médicos como enfermeros en su mayoría, tienen más de uno o dos trabajos, lo que genera que se trasladen entre centros de salud y estén en contacto con mayor número de personas, una exposición que termina siendo desastrosa.

“Están 14 o 16 horas trabajando, eso genera un estrés laboral y la tarea es dificultosa con el paso del tiempo. Eso tiene relación directa con la cuestión salarial y el Gobierno no convocó a paritarias como estaba comprometido. Eso hace que trabajar en la Provincia no sea atractivo y eso hace que muchos se vayan a trabajar en otros estamentos”, subrayó Corsiglia.

Por otra parte, la alerta se manifiesta en torno a la ocupación de camas de terapia intensiva, no solo por la ocupación en sí misma, sino porque los profesionales que trabajan con esos pacientes tienen funciones específicas y no puede ser reemplazados fácilmente. Es el caso de quienes manejan la colocación de respiradores.

“Son pocos los médicos que quieren hacer terapia intensiva. Esto tiene que ver con las demandas de la enfermedad, la carga física, psicológica, el contacto con el sufrimiento y los salarios. Menos del 50% de las vacantes son ocupadas y de no ser por los médicos extranjeros que vienen a formarse en el país, no sería posible atender correctamente a los pacientes”, indicó desde la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, Arnaldo Dubin.

En ese orden, el profesional enfatizó que el problema hoy no radica en la cuestión de los insumos médicos y las camas disponibles para internación, sino la falta de profesionales. Incluso, en las últimas horas, Nación y Provincia firmaron un acuerdo para sumar respiradores y camas al sistema privado.

“Se ha planteado que otros médicos pueden colaborar, y efectivamente estamos trabajando en ese sentido. Habrá terapias intensivas que van a ser manejadas por cirujanos; ustedes piensen que pasaría si los intensivistas operamos pacientes. La terapia tiene límites finitos y la única posibilidad de evitar el colapso es que la enfermedad no siga creciendo”, destacó Dubin.

Según los datos estadísticos que manejan los profesionales, el 5% de las personas contagiadas requiere de atención hospitalaria intensiva, mientras la mitad de ese universo de pacientes requiere el uso de un respirador, mientras el resto precisa de otros tratamientos complejos.

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