viernes, marzo 29, 2024

La AMP no quiere resignar privilegios a días del cierre de la negociación con el IOMA

La poderosa Agremiación Médica Platense pretende que la obra social bonaerense no contrate a prestadores por fuera del convenio. Parece que la pelea por la libre elección quedó en el olvido.

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Pese a los esfuerzos que vienen poniendo las autoridades del Instituto Médico Obra Asistencial (IOMA) para llegar a un acuerdo, la Agremiación Médica Platense (AMP) no quiere resignar los privilegios que logró imponerles a todos los Gobiernos de turno.

A dos semanas del que se cumpla el “plazo ventana” que se dieron ambas partes a partir de la mediación de la Defensoría del Pueblo Bonaerense, la poderosa agremiación que maneja la facturación de los médicos platenses no parece estar dispuesta a ceder en sus planteos.

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La AMP presentó la semana pasada una propuesta de nomenclador que en principio no convenció al IOMA porque, entre otras cosas, agrega prácticas no reconocidas por las mayorías de obras sociales y tienen valores muy superiores a la media y porque perjudica a gran parte de los profesionales de la salud.

Ahora desde la agremiación pretender imponerle al IOMA de manera unilateral que no contrate prestadores del convenio, siguiendo la línea de mantener cautivos a los profesionales de la salud de La Plata. Sin duda, se sienten dueños del negocio que lograron mantener durante décadas en la capital provincial.

Lo más curioso es que, el 30 de junio pasado integrantes de la AMP protagonizaron una caravana en plena cuarentena por el centro platense para defender la “libre elección”, que en los hechos buscar borrar de un plumazo para mantener los privilegios de unos pocos.

Lo que quieren seguir haciendo es monopolizar la prestación exclusivamente lo que constituye una un acto de competencia desleal. No proponen nada para resolver esta situación”, se lamentó una de las fuentes consultadas que está al tanto de las conversaciones.

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Otro de los puntos conflictivos es que la AMP no quiere redistribuir las ganancias entre los profesionales. En síntesis, la Agremiación quiere continuar manejando a su antojo la facturación y repartirla entre un puñado de médicos, como lo viene haciendo.

La posición de la AMP parece ajustarse a la perfección al concepto que alguna vez fue célebre en la política de “cambiar algo para que nada cambie”.

Como ya relevó Diputados Bonaerenses, el 8 por ciento de los profesionales de la AMP se quedan con el 47 por ciento de la facturación, dejando las migajas para el resto. La poderosa Agremiación presiona para que esa situación se mantenga.

Además, la AMP factura al IOMA un volumen de $130 millones por mes, unos $1.300 millones al año. De ese volumen, por actuar como agente de pago, retiene casi $11 millones por mes. Se trata de plata de los afiliados y de los propios médicos que va para su bolsillo en concepto de “gastos administrativos”.

 

 

A esto se le sumó que en las denuncias penales que pesan contra 12 médicos y la propia Agremiación, se detectaron graves irregularidades como planillas fraguadas, firmas falsificadas y médicos, parientes de altos cargos de la Agremiación, que llegaban a facturar hasta $250.000 por mes en plena pandemia.

Un verdadero escándalo. La maniobra presumiblemente, además de la plata en mano con la que se quedaba cada profesional sospechado, apuntaba a engrosar el número de facturación mensual por lo que reportaría más ganancias a la AMP en el marco del pasamano del cual se encarga.

Cuando desde la nueva gestión de la mutual detectaron estas situaciones, la orden del propio gobernador Axel Kicillof fue la de “cortar con los sistemas corruptos”, decisión que motivó la ira de la poderosa Agremiación y una campaña contra el IOMA, que llegó a cortar la atención de miles de afiliados.

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