La camioneta de la Policía Bonaerense que fue secuestrada en la subcomisaría de la ciudad de Mayor Buratovich en el marco de las investigaciones por la muerte de Facundo Astudillo Castro fue peritada este sábado por la Gendarmería Nacional.
Las pericias fueron realizadas en una camioneta sin sirenas ni equipo de radiocomunicaciones, que además no contaba con el sistema de rastreo satelital AVL, ni con GPS y que en la jerga policial se denomina "móvil perro".
El peritaje se realizó en la misma dependencia en la que ayer encontraron, en el baúl de un patrullero Toyota Etios que pertenecía a la Unidad de Prevención de Policía Local (UPPL) de Bahía Blanca, un colgante que Facundo llevaba cuando desapareció.
Uno de los abogados de la familia, Luciano Peretto, señaló esta tarde que “se llevó a cabo la inspección a la camioneta Ford Ranger, donde se procedió al levantamiento de pelo, un par de guantes de látex, pero nada relevante”.
El letrado que representa a Cristina Castro también confió que "se llevó a cabo la prueba de luminol y luego intervinieron los perros", los cuales "no reaccionaron" tras las muestras de olor efectuadas durante las diligencias.
En ese contexto, Peretto explicó que todo el material recogido durante las pericias “será trasladado para su correspondiente estudio de ADN", mientras avanzan las investigaciones que buscan determinar el causal de muerte del joven de Pedro Luro.
El procedimiento, del que además participaron los perros de Marcos Herrero, perito de los abogados de Cristina Castro, madre del joven, se llevó a cabo en dependencias de la Región V de la Gendarmería, ubicada en avenida Alem al 1300 de Bahía Blanca.
Vale recordar, que el cuerpo de Facundo Astudillo Castro fue hallado en estado de descomposición sin brazos y sin parte de la dentadura frontal el 15 de agosto en un cangrejal de la localidad bonaerense de Villarino.
Su familia está convencida de que el joven fue víctima de una “desaparición forzada” y que al menos nueve oficiales de la Policía Bonaerense desplegaron un plan de encubrimiento que contemplo la fabricación de pruebas y testigos falsos.
Además, Cristina Castro y sus abogados consideran que los restos óseos de Facundo fueron plantados en el cangrejal de la zona de Villarino Viejo y descartan la teoría de un accidente.
