La novedad de la autorización del gobierno nacional para el autocultivo con fines terapéuticos y venta de aceites y cremas de cannabis en farmacias fue recibida con gran alegría para cientos de familias que dependen de los beneficios de la planta para mejorar la calidad de vida de niños y adultos.
En la Provincia, una de las que celebró la firma decreto 883/2020 fue la diputada del Frente de Todos, María Laura Ramírez, quien impulsa una ley en la que propone que los consumidores medicinales sean habilitados a sembrar, cultivar, producir y transportar las plantas y sus derivados.
“Recibí el llamado de todas las organizaciones con las que trabajamos este proyecto de ley y agradecemos al Presidente por haber escuchado la necesidad de un colectivo importante, que usan el tratamiento del cannabis como paliativo del dolor. Alberto dio un vuelco de 180°”, manifestó Ramírez en diálogo con Diputados Bonaerenses.
A partir de esta disposición presidencial, usuarios e investigadores podrán inscribirse en el Registro del Programa Cannabis (ReProCann) de manera más “abierta” en cuanto a los requisitos que hasta ahora configuraban restricciones reglamentarias para el acceso.
“A nosotros nos acompaña el tema del autocultivo, las familias que lo hacen estaban con un Estado que los perseguía en lugar de asistirlos o acompañarlos, es una gran alegría para los que militamos este proyecto y nos ayuda a impulsar directamente esta ley”, manifestó la legisladora matancera.
La tenencia de semillas y plantas aun en el ámbito privado y para consumo personal o terapéutico, estaba penado por la ley de drogas (23.737) con hasta 15 años de prisión. Al menos en el aspecto medicinal, esta regulación significa el fin de esa “injusticia”.
La normativa, apunta a abordar tres ejes a partir de sus 37 artículos: la investigación médica y científica del uso del cannabis, el marco regulatorio para los tratamientos paliativos y, el marco para el tratamiento psicológico y emocional.
El objetivo es garantizar el cuidado integral de la salud como así también favorece al desarrollo de los productos derivados como cremas, aceites o tinturas, que van a poder ser trabajados por los científicos en la Provincia.
“Si se aprueba en la Provincia le pondríamos el broche de oro al año. Llamo a la solidaridad de los legisladores de la Provincia, que se hagan carne lo que pasan estas familias. El legislador que no acompañe un proyecto de estas características va a tener que rendir cuenta ante quienes lo votaron para que los represente”, aseveró Ramírez.
La legisladora trabaja en conjunto con el Ministerio de Salud y otros sectores del Ejecutivo para armar la estructura que va a contener a los organismos y asociaciones civiles que van a recibir el registro habilitante que acredite que están autorizados a cultivar y producir.
Así, como ocurrió con el proyecto (y luego ley) de donación de plasma, la cartera sanitaria que conducen Daniel Gollan y Nicolás Kreplak, trabaja de forma integrada con la legisladora de La Matanza.
“Vamos a incluir en el proyecto las tareas de los ministerios de Salud, Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, Asuntos Agrarios y el Defensor del Pueblo que tienen un rol de acuerdo a cada área en cuanto a capacitaciones o escuchar los reclamos de la gente si la ley no llega en algún municipio”, especificó.
Hurlingham, Castelli, Berazategui, Ituzaingó y General La Madrid son algunas de las localidades en las que los Concejos Deliberantes han aprobado ordenanzas para permitir el cultivo en conjunto con el INTA y organismos que además, de ayudar a los usuarios, pueden avanzar con la investigación científica.
“Ya hay más de 60 concejales que ya están adhiriendo al proyecto y esperan que sea ley para adherir a través de las ordenanzas. Hay 39 municipios de la Provincia que ya las tienen y eso se generó este año. Para nosotros eso es saber que estamos más cerca de la ley, con que salga en Diputados ya sería un enorme avance”, afirmó.
