El abuelo de Lucio Dupuy, el niño de 5 años asesinado a golpes por la mamá y su pareja en la provincia de La Pampa, viajó este lunes al Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores, donde se leyó la sentencia a los ocho rugbiers ahora condenados por matar a Fernando Báez Sosa en las inmediaciones del boliche Le Brique de Villa Gesell el 18 de enero del 2020.
Según declaró Ramón Dupuy frente a la prensa, minutos antes de encontrarse con la familia de Fernando Báez Sosa, acudió a la ciudad de Dolores para “acompañar a Silvino y Graciela en el dolor”, tal como se los había prometido.
“Los papás de Fernando Báez Sosa me acompañaron en el congreso, y yo vengo hasta Dolores a hacer lo mismo por ellos”, remarcó el abuelo de Lucio delante de las cámaras de televisión, que avanzaron sobre él cuando lo vieron llegar.
En ese sentido, Dupuy mencionó que “hace mucho rato” sigue el caso de Fernando Báez Sosa de cerca, y apuntó contra los rugbiers al opinar que “deberían ser condenados a perpetua”. Finalmente cinco de ellos recibieron esa pena.
Además, a pocos días de conocer la sentencia que les dieron a las asesinas de su nieto Lucio, Ramón Dupuy fue duro contra los magistrados y declaró que ya “no cree en la justicia”.
Es necesario remarcar que, el abuelo de Lucio Dupuy y los papás de Fernando Báez Sosa, están en permanente contacto hace más de un año, y se prometieron apoyarse mutuamente durante las lecturas de ambas sentencias.
Es por eso que, durante las primeras horas de la mañana de este lunes, Ramón Dupuy llegó a la puerta del Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores, para acompañar a la familia de Fernando Báez Sosa en el tramo final del juicio.
Durante las declaraciones de Dupuy, se podía escuchar también los gritos de personas que fueron a las inmediaciones del Tribunal de Dolores para acompañar a la familia de Báez Sosa, enviando “fuerzas” y pidiendo “justicia por Lucio y por Fernando”.
Luego de su diálogo con la prensa, donde pidió que la justicia falle con una “condena ejemplar”, el abuelo de Lucio, llegó a la confitería del Hotel Plaza de Dolores, donde se fundió en un conmovedor abrazo con Graciela y Silvino Báez.
