A más de dos meses de la desaparición del ARA San Juan y luego de rastrillajes equivalentes a veinte veces la superficie de Capital Federal, el Gobierno apuesta a un cambio de estrategia y estudia nuevas zonas de rastrillaje.
Ahora, la hipótesis más fuerte que manejan desde La Armada apunta al rastrillaje de los denominados cañadones marítimos o cañadones del talud continental en donde podría haber caído la nave después de su explosión.
Por esta razón, desde el Ministerio de Defensa, presidido por Oscar Aguad, analizan la contratación de una empresa privada que tenga la tecnología necesaria para realizar este tipo de búsqueda para cuando Rusia retire el apoyo que mantiene a través del barco Yantar.
En rigor, la Armada ya recibió cinco presupuestos que están a disposición de Aguad. Los valores van de los 2 a los 7 millones de dólares e incluyen diferentes servicios y tiempos de realización.
Una de las empresas que se presentó es la estadounidense Ocean Infinity que en su currículum cuenta con la identificación de diferentes tesoros marinos y ahora está buscando en el océano Indico al desaparecido avión de Malaysia Airlines.