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ATE cuestionó la reforma laboral que impulsa Milei: “Es una regresión sin precedentes para la Argentina”

Este viernes, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) lanzó una fuerte advertencia sobre la reforma laboral que planea el Gobierno nacional de Javier Milei, al sostener que el conjunto de cambios que propone la administración libertaria de cara al próximo año “va a acelerar la destrucción del empleo en la Argentina”. “Se trata de una regresión sin precedentes para nuestro país”, remarcaron desde el sindicato.

A través de un duro comunicado, el secretario general de ATE, Rodolfo Aguiar, señaló que detrás del “concepto de modernización” que anuncia el Gobierno con bombos y platillos se esconde “más explotación y precarización”, al tiempo que reafirmó que los convenios colectivos, una conquista histórica del movimiento obrero argentino, “están siendo atacados con la reforma propuesta”.

Según ATE, el proyecto que el Ejecutivo redacta incluye la extensión de la jornada laboral hasta 12 horas, el pago de indemnizaciones en cuotas, la posibilidad de acuerdos de trabajo por empresa en lugar de por actividad, y aumentos salariales atados a la productividad en vez de paritarias tradicionales.

Al mismo tiempo, Aguiar enfatizó que los “salarios dinámicos” son una trampa que agrava la desigualdad y amplia la brecha de género, y advirtió que los trabajadores no se niegan a que se implemente una reforma laboral, pero problematizó “quién la discute y en qué dirección”.

Es que, luego del importante triunfo que cosechó La Libertad Avanza en las elecciones legislativas del pasado 26 de octubre, el Gobierno nacional logró ampliar la bancada tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. En este marco, si el oficialismo concreta sus negociaciones, tendrá los votos necesarios en ambas cámaras para aprobar la reforma laboral.

La Asociación de Trabajadores del Estado cuestionó la reforma laboral y apuntó contra el Gobierno.

En tanto, Aguiar añadió que una reforma laboral “seria” implicaría, por ejemplo, repensar la jornada laboral en línea con la mayoría de los países, que tiende a reducirla, garantizar igualdad de oportunidades e incorporar la digitalización sin pérdida de derechos. Sin embargo, el proyecto oficial no apunta en ese sentido, sino “a medida de las grandes patronales” para elevar sus márgenes de rentabilidad, mientras la mayoría de los trabajadores sigue siendo pobre.

Por eso, el titular de ATE insistió en que esta reforma no debe interpretarse como una mera actualización normativa sino como un cambio profundo del modelo laboral argentino, y expresó que los trabajadores lo que necesitan es estabilidad, salarios dignos, cobertura social y derechos firmes. “La pretendida reforma laboral que impulsa el Gobierno no es más que la ratificación del decreto 70/2023 en su capítulo laboral. Muchos de los puntos ya fueron discutidos por el Congreso hace dos años, y luego frenados por la Justicia”, manifestaron los gremialistas en el comunicado.

En ese sentido, el sindicato adelantó que si el proyecto va en la dirección anunciada, no dudará en movilizarse y convocar una huelga general. “Estamos dispuestos a defender los convenios colectivos hasta las últimas consecuencias”, advirtió Aguiar. En paralelo, los empresarios y sectores del Gobierno que impulsan la reforma la presentan como clave para formalizar empleo, bajar la litigiosidad laboral y aumentar la competitividad del país.

Los puntos claves del proyecto de reforma laboral que cuestionó ATE

Acuerdos laborales por empresa, en lugar de convenios colectivos por actividad

  • La reforma laboral se propone reemplazar los convenios nacionales por rama con “convenios por empresa”, con beneficios mínimos y la posibilidad de pactar condiciones específicas según la estructura y región.
  • Revisión del principio de ultraactividad, que mantiene vigentes los convenios hasta su reemplazo: su eliminación podría hacer caer adicionales salariales como antigüedad o zona desfavorable.
  • Prohíbe que los convenios impongan aportes obligatorios a sindicatos o cámaras empresarias, salvo aceptación expresa del trabajador, lo que afectaría directamente a los representantes de los trabajadores, encargados de negociar las paritarias.

Jornada laboral flexible y posibilidad de extensión hasta 12 horas

  • El proyecto de Romina Diez incluye la incorporación del artículo 197 bis que habilita jornadas de hasta 12 horas diarias, con sistemas de banco de horas y francos compensatorios.
  • Aunque el ministro Federico Sturzenegger negó que se busque ampliar la jornada, el texto legislativo lo contempla.
  • Al mismo tiempo, el escrito permite la división de las vacaciones de los trabajadores, y garantizaría solo un mínimo de una semana continua.

Incrementos salariales por productividad

  • Los aumentos salariales dejarían de definirse en paritarias por rama y se vincularían a la productividad individual o grupal, con un piso común y “ajustes por desempeño”.
  • El secretario de Trabajo afirmó que se necesitan “elementos objetivos” para medir eficiencia y reemplazar los esquemas de aumentos automáticos, bajo la lógica de los “salarios dinámicos”.

Pago de indemnizaciones y juicios laborales en cuotas

  • Las PyMEs podrían abonar indemnizaciones y multas judiciales en hasta 12 cuotas mensuales consecutivas.
  • La medida busca aliviar el impacto económico de los juicios laborales sobre pequeñas empresas, un reclamo histórico del sector productivo.
  • Además, el escrito refuerza la creación del Fondo de Cese Laboral, que permite a las empresas adelantar aportes mensuales para cubrir futuras indemnizaciones, aunque su uso aún es marginal.

Beneficios fiscales y aduaneros para nuevos empleadores

  • La reforma laboral prevé un Régimen de Incentivo para Medianas Inversiones (RIMI), con beneficios como devolución anticipada del IVA, créditos fiscales y ventajas aduaneras.

Enfoque proempresa y reducción de “costos laborales”

  • Según el ministro de Economía Luis Caputo, el objetivo es “terminar con la parálisis de las PyMEs por juicios laborales”.
  • El proyecto remarca que los costos de contratación formal en Argentina rondan el 70% del salario, lo que, según el análisis del Gobierno, desalienta la formalización de los trabajadores.