Este lunes comenzarán a regir los nuevos cuadros tarifarios para los servicios de distribución de energía eléctrica y gas natural, tras vencer el plazo para completar el formulario para mantener los subsidios en el marco de la segmentación que impulsó el Gobierno.
Los aumentos de luz y gas serán aplicados a los usuarios del nivel 1, de mayores ingresos, y a aquellos que no hayan completado el formulario de inscripción al Registro de Accesos a los Subsidios a la Energía (RASE).
Por su parte, los niveles 2 (menores ingresos) y 3 (ingresos medios) por el momento no tendrán ninguna modificación en las facturas de luz y gas que les llegan a sus domicilios.
En la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) esperaban que al final del proceso de inscripción para mantener los subsidios haya unos 11 millones de anotados.
Es importante destacar que los niveles 2 y 3 seguirán teniendo, en distintas proporciones, tarifas con subsidios, entendidos como “una herramienta del Estado para el cumplimiento del principio de igualdad y no discriminación”.
Aumento de luz y gas: cuánto pagarán los usuarios nivel 1
Los usuarios del nivel 1 comenzarán a pagar la tarifa plena (sin subsidios) de manera gradual en un proceso que culminará a fin de año, de acuerdo a lo dispuesto por el Gobierno.
Para los sectores de mayores recursos los aumentos de luz y gas comenzarán en $1.200 mensuales promedio a partir de septiembre hasta completar unos $3.500 desde enero de 2023.
Los usuarios del nivel 1 son aquellos con ingresos mensuales netos superiores a 3,5 Canastas Básicas Totales (actualmente $ 364.758,80), o ser titular de 3 o más autos con antigüedad menor a 5 años.
Ingresan en la categoría de mayores ingresos aquellos que tengan 3 o más inmuebles, de una o más aeronaves o embarcaciones de lujo o de activos societarios que exterioricen capacidad económica plena.
Aumento de luz y gas: usuarios de nivel 2
Los usuarios de ingresos medios, de acuerdo a números oficiales, afrontaron un aumento total en las tarifas de luz y gas de 42,7% (80% del CVS de 2021).
Los usuarios del nivel 2 que registren ingresos entre $104.216,80 y $364.758,80 (entre 1 y 3,5 canasta básicas para un hogar tipo 2 según INDEC) irán percibiendo aumentos de luz y gas, aunque mantendrán subsidios.
Entran en esta categoría de usuarios aquellos que posean hasta 2 inmuebles y hasta 1 vehículo con menos de 3 años de antigüedad, con mayores beneficios a hogares con personas discapacitadas.
Aumento de luz y gas: usuarios nivel 3
Los usuarios de menores ingresos, adheridos a la tarifa social, ya tuvieron en el primer semestre un incremento total del 21,6%, equivalente al 40% de la evolución del Coeficiente de Variación Salarial (CVS) del año pasado.
Estos usuarios tienen ingresos inferiores a una CBT ($ 104.216,80), un integrante en el hogar con certificado de vivienda del Renabap o un domicilio donde funcione un comedor o merendero comunitario.
Ingresarán en la categoría usuarios de nivel 3 aquellos hogares donde haya al menos un integrante con Pensión Vitalicia a Veteranos de Guerra del Atlántico Sur.
Aumento de luz y gas: cuánto se gasta en subsidios
En el primer semestre, los subsidios del Estado nacional al sector energético fueron de $ 764.483,2 millones, con un incremento interanual del 116,8%, según la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
En el caso de los subsidios a Cammesa, mayoritariamente destinados a compensar los costos de la generación de energía que integran el total de la tarifa de distribución, entre enero y junio fueron de $ 521.310 millones, con un aumento del 121,9% respecto del mismo período del año pasado.
Aumentos de luz y gas: qué es la segmentación tarifaria
El decreto 332/2022 estableció los criterios de segmentación tarifaria que “permitirán identificar en forma más adecuada a distintos grupos de consumidores, en un marco de mayor equidad distributiva y justicia social“.
El mismo decreto advirtió que la actual estructura de subsidios “genera profundas distorsiones concentrando una parte sustancial de su peso en los sectores de mayor capacidad de pago”, en un “esquema pro-rico”.
Por eso la norma consideró “necesario orientar la política de subsidios con sentido social protegiendo fundamentalmente a los sectores con menores ingresos”.
Además, el decreto busca lograr valores de la energía razonables y susceptibles de ser aplicados con criterios de justicia y equidad distributiva, contemplando las realidades y situaciones de usuarios”.
