Hace 12 días que Guadalupe Lucero falta de su casa en la provincia de San Luis y la investigación avanza para dar con su paradero, por lo que se sumaron dos fiscales nuevos a la causa mientras que este sábado continúan los rastrillajes en distintas localidades.
En este sentido, Virginia Palacios Gonella y Esteban Roche actuarán junto a la fiscal María del Valle Durán, y a los jueces Ariel Parrillis en lo Penal y Daniela Benenatti, titular del juzgado de Niñez y Adolescencia.
Por el momento, las medidas descartan que la causa se traslade al fuero penal como consideran los abogados defensores de los padres de la niña, Héctor Zavala y Santiago Olivera Aguirre, por presumir que puede tratarse de un caso de trata de personas.
En tanto, en la noche del viernes y las primeras horas de la madrugada del sábado se realizaron excavaciones en terrenos cercanos a la casa del barrio 544 viviendas, el lugar donde fue vista por última la menor el 14 de junio pasado durante un cumpleaños familiar.
Además, se allanaron los domicilios de los padres de la nena, Eric Lucero y Yamila Cialone, que se habían requerido varias veces los días previos, donde se secuestraron dos celulares de la casa del hombre.
Otro de los lugares que se requisó fue el establecimiento La Rinconada, ubicado en la zona conocida como Árbol Solo, a 40 kilómetros al norte de la capital puntana, en los que los resultados fueron negativos.
Hasta el momento, todos los operativos que se desarrollaron para encontrar a Guadalupe, en los que participan fuerzas especiales del Gobierno nacional y otras provincias, fueron infructuosos.
A la par de los rastrillajes, la Policía puntana realiza labores investigativas junto al Ministerio de Seguridad de la Nación y las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, La Pampa, San Juan y Mendoza que aportaron recursos técnicos y humanos.
Asimismo, la Organización Internacional de Policía Criminal, Interpol, emitió un alerta amarilla de alcance internacional, después que a la madre de Guadalupe le llegaran una serie de mensajes extorsivos desde un teléfono con base en México.
Dentro de las posibilidades en las que trabajan los investigadores se encuentran la de un ajuste de cuentas por parte de un narco, que la menor haya sido secuestrada con fines de trata y esté en otra provincia o, la menos probable, es que se haya perdido.
Guadalupe Lucero es de contextura física grande para su edad, de 1,10 metros de altura aproximadamente, tiene cabello negro lacio, largo hasta los hombros, tez morocha y ojos de color marrones oscuros.
En su mejilla izquierda, la niña tiene un lunar y un diente frontal superior quebrado. Esta semana, el Gobierno ofreció una recompensa de $2 millones para quienes brinden información que permita hallarla.
Quienes tengan algún dato para aportar sobre el paradero de la menor, puede llamar a las líneas 134, escribir al email [email protected] o comunicarse al 911.
