En septiembre de 2018, a poco de cumplirse un mes de las muertes de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en Moreno, un puñado de escuelas lindantes con el distrito vecino de San Miguel amanecieron colmadas de volantes y pintadas intimidatorias.
“Basta de hacer política, den clases” y “la próxima olla es en el cementerio”, fueron algunos de los mensajes que marcaron el inicio de una intensa campaña de ataque hacia la comunidad educativa que reclamaba justicia por los dos trabajadores de la Primaria 49 y escuelas seguras para no morir en las aulas.
Los maestros, alumnos y padres siempre vincularon esas graves amenazas a sectores vinculados a Aníbal Asseff, referente de Cambiemos en Moreno, y a Joaquín De la Torre, ex intendente de San Miguel y actual secretario de Gobierno de María Eugenia Vidal. Se necesitaba recursos y mucha estructura para hacerlo.
Por estas horas, los docentes de Moreno volvieron a encender las alarmas al ver que algunos de esos grupos ingresaban a diferentes establecimientos educativos. “No son empresas habilitadas, pensamos que es para intimidarnos”, dijo a Diputados Bonaerenses una fuente que prefirió conservar su identidad.
Según indicaron desde Familias por la escuela pública, la agrupación “La 31 el Perro”, cuya camioneta que usan para trasladarse reza “Joaquín De la Torre conducción”, ingresaron a la Primaria 71 por anuencia del inspector de la DPI, Juan Fernández.
En este caso, “La 31” tiene una unidad básica en el barrio Santa Brígida de Moreno y, según trascendió, a nivel local responden a Asseff. En las fotos que llegaron a la redacción de este portal se puede ver a los militantes realizando tareas de mantenimiento en la escuela 71.
“Estos manejos políticos por parte del gobierno de Cambiemos son los que ponen en riesgo a nuestros chicos y trabajadores de la educación en edificios que no cumplen con los doce puntos de habitabilidad”, cuestionaron desde Familias por la escuela pública.
En este sentido, la premura de los dirigentes oficialistas encuentra argumentos en la crisis educativa que todavía golpea a Moreno. A ocho meses del crimen social de la Primaria 49 y a un mes del comienzo del ciclo lectivo, hay cerca de 20 escuelas que todavía no abrieron en Moreno y cerca de 50 que continúan en obras.
