En las últimas horas, las autoridades del Gobierno nacional de Javier Milei admitieron que la administración libertaria no tiene intenciones de extender las sesiones extraordinarias que se habilitaron el lunes pasado en el Congreso, y comenzaron a acelerar las negociaciones para tratar de aprobar todos los proyectos que envió el Ejecutivo.
Es que, a lo largo de esta semana, crecieron los rumores en el Congreso que desde Casa Rosada analizaban extender el período extraordinario de sesiones, con la idea de tener más tiempo para negociar con los bloques aliados. Sin embargo, el Gobierno desmintió la versión, y advirtió que las sesiones extraordinarias concluirán, como lo dice la convocatoria, el 20 de febrero.
De esta manera, el oficialismo buscará tratar el próximo jueves en el recinto la eliminación o suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), una de las iniciativas en las que tenían más diferencias con sus aliados del PRO y de la Unión Cívica Radical (UCR).
Asimismo, durante la jornada del jueves el Gobierno nacional también intentará alcanzar el dictamen para todos aquellos proyectos que todavía no lo tienen, como es el caso del nuevo texto de Ficha Limpia, pero también Quebrantos, que le permitiría a las empresas hacer ajustes sobre sus balances que, para el fisco, pueden determinar pérdidas, con el objetivo de compensar las ganancias que obtiene la compañía durante un ejercicio y contra ello, aplicar para que el impuesto determinado sea más bajo.


En lo que respecta a la eliminación de las PASO, la discusión se adelantó para el martes, cuando se reunirán las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Justicia y de Presupuesto y Hacienda del Congreso para definir si efectivamente van por la erradicación de las mismas, como pretende el Gobierno, o por la suspensión, como proponen el resto de los bloques.
En la misma línea, la semana próxima podría haber novedades de lo que ocurrirá en el Senado, donde las autoridades nacionales impulsarán una única sesión para tratar todos los temas que envió el Gobierno para las sesiones extraordinarias, aunque en un momento se especuló con la posibilidad de convocar primero a un encuentro para votar la ley anti mafias y los pliegos de Ariel Lijo y Gabriel García Mansilla a la Corte Suprema de Justicia, que no tienen que pasar antes por diputados, pero finalmente esa idea no prosperó.
Es preciso remarcar que, por reglamento, deben pasar por lo menos siete días entre la sesión en el recinto de Diputados y la del Senado. Por lo tanto, si la Cámara baja sesiona recién el jueves y sólo una parte del pliego enviado por el Gobierno, mientras que el resto de los temas recién se pondrán a votación el 11 de febrero, los senadores podrían recién empezar a sesionar el martes 18, a 48 horas de que finalice el periodo extraordinario del Congreso.
En medio del tire y afloje que sucede puertas adentro del Congreso, las autoridades del Gobierno que responden a Milei siguen sin comunicarse con la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien ya están blanqueadas las tensiones internas. Quienes están a cargo del diálogo con las otras bancas son Ezequiel Atauche y Bartolomé Abdala.


Por su parte, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya se reunió tanto con los diputados como con los senadores del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y el Movimiento de Integración y Desarrollo (MID), mientras que sus vices de Interior, Lisandro Catalán, y Ejecutivo, José “Cochi” Rolandi, hicieron lo propio con los bloques más chicos.
En esos encuentros, los funcionarios les transmitieron a los referentes de la oposición el cronograma que propuso el Poder Ejecutivo, y que establece dos días libres antes del cierre de las sesiones extraordinarias, por cualquier imprevisto. A pesar de que los tiempos son ajustados y de que surgió la idea de modificar el calendario, la oposición ya se prepara para comenzar a sesionar el jueves y el Gobierno, por el momento, mantiene las fechas iniciales.
Ficha Limpia y eliminación de las PASO: los dos ejes de la próxima semana en el Congreso
Otro de los temas nodales de las sesiones extraordinarias es el proyecto de Ficha Limpia, el cual establece la imposibilidad de candidaturas de personas condenadas en segunda instancia. El proyecto es un parteaguas en las bancadas provinciales porque afecta directamente a la líder del principal frente político opositor, Cristina Kichner.
En concreto, la iniciativa sostiene parte del proyecto presentado por el PRO e imposibilita candidaturas a personas condenadas por los delitos de fraude, tráfico de influencia, enriquecimiento ilícito, negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas y encubrimiento, aunque no tengan condena firme de la Corte Suprema.
De esta manera, según el proyecto de Ficha Limpia del oficialismo, una condena en segunda instancia bastará para denegar la posibilidad de candidatearse, algo que complicaría en pleno año electoral una eventual postulación de la presidenta del principal partido opositor, Cristina Kirchner, y de incluso algunos funcionarios del propio Gobierno.
En ese contexto, el bloque Democracia, liderado por Pablo Juliano, presentará modificaciones al proyecto. Fernando Carbajal, por ejemplo, propone ampliar los delitos que inhabiliten a candidatos, mientras que Carla Carrizo aboga por restringir la participación de funcionarios condenados judicialmente.
En Encuentro Federal, figuras como Margarita Stolbizer podrían apoyar las propuestas del Gobierno, mientras que otros prefieren mantener la legislación actual. La Coalición Cívica, representada en la cumbre por Juan Manuel López, insiste en priorizar el debate presupuestario y rechazan la reducción del financiamiento político propuesta en la reforma de la ley de partidos.