La sesión en la Cámara de Diputados de la Nación por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está siendo escenario de discusiones acaloradas entre los legisladores que exponen sus posturas sobre la propuesta del oficialismo para reestructurar la deuda de USD 44 mil millones contraída durante el Gobierno de Cambiemos.
El debate, que comenzó alrededor de las 14.30 horas, abrió con la palabra de los jefes de los bloques partidarios y continuará con la del resto de los diputados, por lo que se espera que la votación concluya entrada la madrugada del viernes.
La sesión arrancó con el discurso del presidente de la Comisión de Presupuesto, el oficialista Carlos Heller, quien indicó que con el acuerdo con el FMI “se trata de encontrar la mejor salida a una situación de absoluta inviabilidad”.
“No tenemos motivos para festejar, pero sí para valorar que se esté logrando refinanciar los compromisos que tenía el anterior programa concentrados en 2022 y 2023, sin poner en riesgo la recuperación de la economía y las políticas de desarrollo y sin caer en las tradicionales políticas de ajuste que han caracterizado todos los acuerdos que la Argentina ha firmado con este organismo, que quitan derechos laborales y previsionales, y que tanto daño le han ocasionado a los argentinos”, precisó el diputado.
Desde Juntos por el Cambio, Paula Oliveto (Coalición Cívica), aseguró que “estamos evitando un colapso pero la crisis continúa. No existe un plan económico, estamos viviendo una espiral de deterioro constante. Es importante que este Parlamento comience a dar respuesta”.
Además, la legisladora cambiemita puso un poroto a las próximas elecciones presidenciales al decir: “Queremos que el presidente entregue la banda presidencial a otro presidente y vamos a trabajar muy fuerte para que ese presidente sea de Juntos por el Cambio”.
Uno de los votos más esperados era el Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos), a quien la bancada opositora intentó convencer hasta último momento para que votara de manera afirmativa, sin embargo no pudo lograr su cometido.
“Este acuerdo con el FMI, que sé que no va a cumplir, posterga y agrava una crisis muy profunda con una ventaja para el Gobierno para seguir jugando con nuestra patria. Afecta esencialmente la sostenibilidad de nuestro país. Este acuerdo es pésimo. No me permite estar a favor un acuerdo irresponsable, que contiene un impuestazo implícito en su programa económico”, dijo el diputado.
Cabe señalar, que al comienzo de la discusión en el recinto de la Cámara baja, un grupo de manifestantes que se encontraba frente al Congreso nacional provocó graves disturbios al tirar piedras y quemar neumáticos.
La movilización en rechazo al acuerdo con el FMI, que tuvo inicio a las 9 de la mañana y planea quedarse hasta que termine la sesión, generó varios destrozos, uno de ellos en los vidrios del despacho de la vicepresidenta Cristina Fernández.
Otra de las legisladoras que emitió su posición en torno al acuerdo con el FMI fue Graciela Caamaño (Interbloque Federal) quien expresó que “está claro que quien tendrá que hacer el esfuerzo político o administrativo para cumplir con lo que se está proponiendo es el Poder Ejecutivo, del doctor Alberto Fernández”.
“Así que habrá que comprar menos fiambre, tener menos adiestradores de perros y entender que se está gobernando la Argentina con un 45% pobreza. El título de esta película-relato debe llamarse austeridad en el gobierno”, chicaneó la diputada.
En tanto, la diputada nacional del Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U), Myriam Bregman, criticó el acuerdo con el FMI y sostuvo que “los que votan este acuerdo saben que lo que viene atrás es un tarifazo, un revalúo inmobiliario. Este centro político que hoy se constituyó son exactamente los mismos sectores que cada diez años se ponen la Argentina de sombrero. Por eso Mauricio Macri está feliz, al fin lo consiguió”.
