El Día del Animal se celebra en la Argentina todos los 29 de abril y su origen, como la mayoría de este tipo de fechas, tiene versiones divergentes, aunque algunas más aceptadas que otras.
Una parte de la biblioteca afirma que es en conmemoración del fallecimiento de Ignacio Lucas Albarracín, un abogado que fue el gran pionero en el país en la lucha por los derechos de los animales.
Albarracín nació en Córdoba capital el 31 de julio de 1850 y tras obtener su título de grado, decidió dedicar su vida a la defensa de las mascotas. Su posición fue que aunque tuviesen un nivel de raciocinio inferior, no se debía martirizarlos ni castigarlos.
Según cuenta la historia, la idea de la primera celebración se gestó en 1907, cuando Albarracín, motivado por el Domingo del animal de Londres, comenzó a gestionar la fecha junto al Dr. Ponciano Vivanco, presidente del Consejo Nacional de Educación.
La propuesta de ambos se aprobó y se organizó para el 29 de abril de 1908, aunque finalmente la celebración tuvo que suspenderse por lluvia y se terminó festejando el 2 de mayo.
El sitio elegido para el acto fue el Zoológico, para ello Albarracín se reunió con su director, Clemente Onelli, y entre ambos decidieron la fecha. Al acto inicial asistió el -por entonces- presidente de la Nación, Figueroa Alcorta.
Las ironías del destino quisieron que el doctor Albarracín muriera la misma fecha que fue elegida para festejar el Día del animal por primera vez, pero lo cierto es que fue una mera coincidencia.
Albarracín, pariente cercano de Domingo Faustino Sarmiento por parte de su madre, durante su gestión al frente de la Sociedad Argentina Protectora de los Animales realizó campañas contra las riñas de gallos, las corridas de toros y el tiro a la paloma.
Además, el médico veterinario fue uno de los propulsores de la Ley Nacional de Protección de Animales, promulgada el 25 de julio de 1891. Una normativa conocida como "Ley Sarmiento".
¿El Día del Animal, también se celebra el 4 de octubre?
A excepción de Argentina, el Día Mundial del Animal se festeja en el resto del mundo el 4 de octubre, en conmemoración a San Francisco de Asís, el santo católico que dedicó su vida al servicio no sólo a sus semejantes sino también a todos los animales.
San Francisco nació en Asís (Italia) dentro de una familia acomodada en 1182. Consideraba a los animales hijos de Dios, los llamaba "hermanos", se dirigía a ellos y se dice que lo escuchaban hasta el punto de obedecerle.
En 1929, la fecha fue declarada Día Mundial de los Animales, por iniciativa de la Organización Mundial de Protección Animal. En 1980, el papa Juan Pablo II declaró a San Francisco de Asis como patrono de los animales y ecologistas.
