A días de cumplir diez años de pontificado, el papa Francisco reiteró su deseo de visitar la Argentina, pero advirtió que “la salvación del país no va a venir” de un eventual viaje, al tiempo que afirmó que, desde 1955 en adelante, todos los sectores políticos “tienen que cargar con el mochuelo” del crecimiento de la pobreza.
En ese sentido, el papa Francisco volvió a referirse a la posibilidad de una visita a su país natal, luego de que a fines de 2017 no llegara a concretarse el viaje. “La Argentina sigue esperando: yo quiero ir, espero ir y ojalá pueda”, afirmó.
“No hay una negativa a ir, estuvo planeado. Después lo que sucedió es que las cosas se complicaron de otra manera, hubo dos años de pandemia que tiró adelante viajes que se tenían que hacer necesariamente”, expresó el Sumo Pontífice.
Recientemente, el papa Francisco aclaró que el viaje al país dependerá de “miles de factores”, entre los cuales destacó la coyuntura sociopolítica, al afirmar que su visita no debe no debe ser usada ni para un lado ni para otro en años electorales, ante lo cual su visita se realizará recién a partir de 2024.
Acto seguido, el papa Francisco le envió un mensaje directamente a los argentinos como destinatarios: “La salvación del país no va a venir de mi viaje. Con gusto voy a ir, pero pensá un poquito en las cosas que tenés que hacer para que el país vaya adelante”, subrayó.
En otro tramo de la entrevista, Jorge Bergoglio se refirió a las declaraciones que realizó en enero, en la que se refirió a los niveles de pobreza que tiene actualmente la Argentina y generaron respuestas de parte de funcionarios nacionales.
“Sólo dije que cuando terminé el secundario el índice de pobreza era el 5% creo y ahora había salido que era el 52%. Alberto Fernández es presidente desde hace cuatro años. Pero desde el 55 para acá hay más de cuatro años. Todos, de una u otro manera, tienen que cargar con el mochuelo”, aseveró el papa Francisco.
En esa línea, el papa Francisco reflexionó que entrada la segunda mitad del siglo XX “Argentina tenía una red ferroviaria que dejaron los ingleses y los franceses impresionante, hacia Rosario y hacia la zona portuaria para la exportación. Ya no está más. ¡Teníamos fábricas de aviones!”. “¿Qué pasó?”, indicó.
Con relación a su mediación en la Guerra Rusia-Ucrania, el sumo Pontífice aseguró estar dispuesto a viajar a la capital ucraniana, pero con la condición de ir también a Moscú, para ofrecer a los líderes de ambos países el “servicio de paz” que promueve el Vaticano con el objetivo de poner fin al conflicto bélico.
