El Gobierno nacional será querellante en la causa que investiga el supuesto contrabando de armamento y material represivo a Bolivia, para ser utilizado en el golpe de Estado de 2019 al exmandatario Evo Morales, durante la gestión del expresidente Mauricio Macri.
En este caso, la Dirección General de Aduanas (DGA), que depende de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), envió un escrito al juez Javier López Bizcayart para poder formar parte del expediente de la investigación.
Esta presentación tiene que ver con la decisión del Ejecutivo de ampliar la denuncia por contrabando agravado de material bélico, luego que el canciller boliviano, Rogelio Mayta, afirmara que en noviembre de 2019 recibieron municiones por parte de Argentina.
“El gobierno de Mauricio Macri aportó material letal para que se pueda reprimir la protesta social y consolidar el gobierno que rompía el orden constitucional en Bolivia”, había declarado Mayta.
El objetivo del Gobierno nacional es poder tener acceso al expediente, conocer qué sucede durante el proceso judicial y estar al tanto sobre las medidas que se podrían tomar al respecto.
Asimismo, la idea es reconstruir el camino que hicieron los armamentos encontrados en un galpón de la policía boliviana, que indicarían que se alteró la carga del avión Hércules que llevó a los gendarmes en 2019 para ocultar el envío del material anti tumulto.
De esta manera, la Aduana expresó que sumará la "expertise del servicio aduanero al trabajo que realizan el juzgado y la fiscalía" para averiguar a fondo la denuncia por contrabando agravado, malversación de caudales públicos y abuso de autoridad.
Cabe señalar, que la presentación judicial fue realizada por la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, el ministro de Justicia, Martín Soria y la directora de AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
La denuncia del Gobierno expresa que Macri “puso material represivo a disposición de la dictadura que recién había tomado el poder en el vecino país, encabezada por Jeanine Áñez al gobierno constitucional de Evo Morales”.
En esta línea, Soria precisó que “el contrabando es claro porque el arsenal se sacó de manera burda y torpe y se usó en la represión en Bolivia" y que "días después que salió el armamento, hubo dos masacres. Enviaron armas y municiones para garantizar una asonada en un país hermano”.
