En las últimas horas, el Indicador de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), advirtió que, en junio, los consumidores pagaron 3,3 veces más caros los agroalimentos en las góndolas.
Entre otras cosas, el estudio realizado por el organismo de la CAME explica que los precios de los agroalimentos se multiplican por 3,3 entre su lugar de origen, el campo, y el destino, que es la góndola. Esto quiere decir que, en junio, los consumidores pagaron 3,3 pesos por cada peso que recibieron los productores.
De esta manera, el IPOD contó que, en promedio, la participación del productor explicó el 31,1% de los precios de venta final, lo que representó una caída del 9,6 % con respecto a mayo, mientras que la mayor participación la tuvieron los productores de cebolla, con el 62,5%, y la menor fue, una vez más, para los de limón, con el 6,3%.
En tanto, según los índices del estudio de la CAME, los costos de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta del IPOD frutihortícola se multiplicaron por 4,5 veces en junio, lo que representa un aumento del 7,2 % con respecto al mes anterior.
Asimismo, por los cinco agroalimentos de origen animal que mide la canasta IPOD animal, los consumidores abonaron 2,9 veces más de lo que recibió el productor, es decir un 3,3% menos que en mayo, y la carne de pollo, novillo y cerdo, que son productos sustitutos, compiten para acercarle el mejor precio final al consumidor.
En la misma línea, el IPOD descubrió que los cinco agroalimentos que más incrementaron sus precios entre el origen y el destino fueron el limón, con un costo de 15,8 veces mayor, la mandarina, con 14,3, la carne de cerdo y la manzana roja con 5,9, y la pera, que presentó una diferencia de 5,6 veces entre el productor y la góndola.
Sin embargo, el limón disminuyó sus precios tanto en origen como en destino respecto del mes anterior, y según informó la CAME atraviesa una situación crítica desde hace tiempo. Ante la falta de ventas, algunos productores del cítrico decidieron no cosechar, ya que el precio que pagan las industrias no llega a cubrir los costos de producción. En cambio, la mandarina disminuyó su costo un 45,8% al productor y no presentó variaciones en la góndola.
Entre las explicaciones de la baja en el precio de la mandarina, se encuentra que el consumo general del rubro frutas y verduras ha caído significativamente, lo que genera un exceso de oferta dado que este año hubo una buena campaña en términos de calidad y volumen.
Al mismo tiempo, las industrias se encuentran en crisis porque no pueden procesar toda la fruta, por lo que esta se estropea y se descarta, y los precios que reciben los productores no llegan a cubrir los costos de que requiere el tiempo de cosecha y de empaque en los galpones.
En contraposición, entre los cinco productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagaron los consumidores, se encuentra la cebolla con un incremento de 1,6 veces, seguida por la frutilla, con 1,8, el huevo y el pollo, con 2,1, y el morrón o pimiento rojo, con 2,2.