El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, negó este viernes que el salvataje financiero de Estados Unidos al Gobierno argentino implique un quiebre con China. Las declaraciones se produjeron luego de que el secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, asegurara que el presidente Javier Milei “está comprometido con sacar a China de su país”.
En ese marco, Francos aclaró que “no hay motivos para cortar el swap con China” vigente desde 2023 y ratificó que aún no vio “ningún acuerdo firmado” entre los gobiernos de Milei y Donald Trump. “Por ahora son solo comentarios preliminares”, explicó durante una entrevista radial.
El ministro coordinador de la administración libertaria relativizó las afirmaciones del funcionario estadounidense y consideró que “puede ser que en algún tema que más le interesa a Estados Unidos tengamos una relación más próxima, pero en los temas comerciales no tienen nada que ver”.
Vale precisar que el secretario del Tesoro de Estados Unidos aseguró este jueves por la noche que Milei estaba “comprometido con sacar a China de Argentina” y que la asistencia financiera de la administración trumpista, “no es un rescate”, sino una “compra barata para vender caro”. Según explicó el funcionario republicano, el paquete incluirá un intercambio de monedas por 20 mil millones de dólares con el Banco Central.
Ante el revuelo que provocaron sus palabras, Bessent intentó aclarar que el peso argentino “está infravalorado” y que Estados Unidos “sacará mucho provecho del acuerdo”. En ese sentido, el alfil de Trump también señaló que el apoyo de Washington se justifica en el “valor estratégico” que tiene la Argentina en la región y en la confianza generada por el programa económico libertario.
Por su parte, Francos replicó esa línea argumental, pero con un tono más prudente, con lo que buscó enfriar la polémica abierta por los dichos de Bessent. “Lo que genera este apoyo de Estados Unidos está fundamentado por el respaldo al programa económico del Gobierno y la confiabilidad que tiene para ese país”, aseguró el funcionario libertario, al remarcar que la Argentina mantendrá sus relaciones internacionales “con equilibrio y autonomía”.
En paralelo, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman criticó duramente el acuerdo entre ambos países. En su blog personal, el economista calificó la operación como “una peligrosa intromisión” y acusó al Tesoro norteamericano de “salvar a los amigos de Scott Bessent”. “La administración Trump detesta otorgar ayuda humanitaria, pero una línea de rescate al gobierno de derecha de Argentina, ¡ningún problema!”, escribió.
En tanto, las declaraciones de Krugman se sumaron a las tensiones políticas internas que enfrenta Francos. Durante las últimas horas, la diputada nacional Marcela Pagano acusó al dirigente de La Libertad Avanza (LLA) de cobrar 180 mil dólares mensuales por integrar el Directorio de YPF. “Soy miembro del directorio de YPF pero no con honorarios, renuncié expresamente a cobrarlos”, respondió el jefe de Gabinete.
La legisladora del recientemente creado bloque Coherencia, lo había cuestionado en una entrevista por “llevarse una torta de dólares todos los meses por un cargo que no ejerce” y lamentó que el titular del Gabinete libertario “se haya resignado a poner la cara por este Gobierno en este tramo de su vida”.
A través de las aclaraciones sobre el vínculo con China y la defensa frente a las acusaciones opositoras, Francos buscó cerrar una semana marcada por la presión internacional y el ruido político interno. En medio de la negociación por el salvataje financiero, el Gobierno intenta sostener el equilibrio entre la Casa Blanca y Pekín sin romper ninguno de los puentes comerciales clave para la economía argentina.
Esta misma semana, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, reconoció que el caso José Luis Espert “dañó” políticamente al Gobierno nacional y admitió errores en la gestión de la crisis interna que derivó en la renuncia del economista a su candidatura de La Libertad Avanza (LLA) por la provincia de Buenos Aires.
En ese marco, Francos evaluó los costos políticos que dejó el episodio y trazó una autocrítica por la falta de previsión frente a un conflicto que, según sus palabras, “se podía haber evitado”. “Yo siento que nos dañó. Me parece que obviamente el Presidente tiene confianza en Espert, pero cuando se plantea una situación como esta hay que analizar las consecuencias políticas”, sostuvo.
El funcionario de LLA también asumió que la oposición “explotó con eficacia” el episodio y que el oficialismo pagó el costo político de “no anticiparse a las crisis”. “Este año hubo una sucesión de hechos que generaron en el kirchnerismo la idea de que el Gobierno estaba herido y que era momento de atacar”, analizó.
Más allá del caso Espert, Francos amplió la autocrítica hacia la gestión general del Gobierno y la falta de una base política sólida. “El Gobierno fue disparando contra sus propias alianzas”, reconoció el ministro coordinador, al tiempo que defendió la necesidad de “reconstruir puentes” con el PRO y los espacios provinciales.