El Gobierno nacional intenta destrabar el conflicto salarial con los profesionales de la salud

En las últimas horas, el Secretario de Trabajo del Gobierno nacional, Julio Cordero, convocó a la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) y a los prestadores del sector de la salud a un encuentro clave que tendrá como objetivo principal destrabar el conflicto salarial por el cual los profesionales de la salud iniciaron un paro escalonado de tres días.

Es preciso mencionar que, el paro escalonado de tres días que iniciaron los profesionales de la salud liderados por el cegetista Héctor Daer, consiste en dejar sin servicio por dos, tres y cuatro horas por turno a las clínicas, sanatorios, hospitales privados, geriátricos y servicios de emergencias, con el fin de visibilizar la pérdida del poder adquisitivo que enfrentan los trabajadores del rubro desde hace meses.

“Nuestros salarios han perdido dramáticamente su poder adquisitivo, mientras que los empresarios del sector de la salud se niegan sistemáticamente a otorgar los aumentos que venimos reclamando desde hace meses”, afirmaron las autoridades de FATSA que afirman que los sueldos de los profesionales de la salud están congelados desde marzo.

En este contexto, Cordero convocó a empresarios y sindicalistas a un encuentro que tendrá lugar este jueves a las 11 horas para intentar solucionar el conflicto salarial. En las cámaras del sector admitieron que los salarios no pudieron reacomodarse y aseguraron que este viernes estarían en condiciones de efectuar una propuesta de aumento. “No podemos compensar la inflación, pero vamos a ofrecer una cifra para que los sueldos no se deterioren más todavía”, señalan desde las patronales.

En tanto, el plan de lucha de los profesionales de la salud incluye un esquema progresivo de protestas. Este miércoles se hicieron paros de dos horas por turno, hoy será de tres horas por turno, y el viernes de cuatro horas por turno. Si bien cada clínica, hospital y sanatorio cuenta con niveles dispares de adhesión a las medidas, en la mayoría se reprogramaron turnos que no fueran urgentes y sólo se mantuvieron guardias mínimas para emergencias.

Por su parte, Daer sostuvo que la “actitud irresponsable y vergonzosa de los empresarios es inaceptable”, y advirtió que los profesionales de la salud seguirán “adelante con el plan nacional de lucha, exigiendo una justa recomposición salarial para todos los empleados del sector asistencial”. “No nos detendremos. Los empresarios son los únicos responsables de las consecuencias en la atención hasta que nuestro reclamo sea atendido”, sentenció.

Desde el lado del sector empresarial, el presidente de la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (CEDIM), Marcelo Kaufman, explicó que el “sindicato de profesionales de la salud no tiene la culpa” de la situación salarial, y destacó que en 2023 los trabajadores recibieron aumentos que cubrieron “prácticamente lo que la inflación marcaba, menos algunos puntos de mejora que se otorgaron entre febrero y marzo”.

En ese sentido, Kaufman hizo hincapié en que el “problema es por la falta de recursos para el financiamiento del sector sanitario”, al tiempo que analizó que no tiene que ver sólo por los costos que los empresarios de la salud enfrentan todos los meses, sino con los ingresos. “Este laberinto es una crónica de una muerte anunciada que viene desde hace mucho tiempo, pero muy presionada desde el gobierno anterior desde la pandemia. Tuvimos una cantidad de subsidios para sostener el trabajo, sin despido de personal y sin achicamiento salarial”, contó el empresario.

“En esa época estaba el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), pero no nos aumentaron los aranceles frente a una inflación que fue del 36% en 2020. Pero en 2023, con una inflación de 211 puntos, nosotros recibimos, en el mejor de los casos, 140 en concepto de aranceles y pagamos salarios equivalentes al 170%, además de que pagamos insumos, devaluación por medio, primero de un 20% y después el aumento del Impuesto País del 7 al 17,5% para los insumos médicos. Así nos fuimos desfinanciando y perdiendo capital de trabajo”, puntualizó Kaufman.

En última instancia, el representante de los empresarios de la sanidad justificó los bajos salarios de los profesionales de la salud al recordar que, con la asunción de Javier Milei y la mega devaluación que llevó a cabo durante su primera semana, todos los insumos médicos y equipamientos “incrementaron sus precios por las nubes”. “No estamos contra el sindicato porque siempre hemos tenido diálogo y nos acomodamos. Sabemos que los salarios no le alcanzan a nadie, pero vamos haciendo lo que podemos. No es una puja distributiva, es una puja de posibilidades”, concluyó Kaufman.