El ministro de Economía, Martín Guzmán, viajará a Washington en la segunda quincena de marzo con la intención de negociar un acuerdo con el FMI que tenga condiciones más accesibles para cumplir con el pago de la deuda de US$ 44.000 millones que contrajo la gestión de Mauricio Macri.
En este sentido, Guzmán, tratará de renegociar varios términos del trato hecho en 2018, con la mira en lograr ciertas flexibilizaciones y pactar metas realistas de "convergencia" de la brecha fiscal y monetaria y así lograr una recuperación de las reservas, una deuda sostenible y un crecimiento inclusivo.
La agenda del titular de la cartera económica, se da en el marco de las exposiciones que hizo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso donde dijo que las negociaciones se harán "sin apresurarnos" y con "diálogo y respeto”.
En tanto, Guzmán, quien se entrevistará con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, y funcionarios del Tesoro de los EEUU, se apoyará en decir que el acuerdo del 2018 fue “político" y "violó el estatuto del FMI", como denunció el Presidente esta semana.
Paralelamente, comienza a tomar forma en el G20 una discusión acerca de dotar al FMI de "más herramientas" para paliar la crisis lo que podría beneficiar la postura argentina en la negociación con el organismo multilateral.
Al respecto, el funcionario nacional expresó formalmente ante sus pares del G20, su intención de solicitar que el FMI revise y modifique los recargos que aplica en los créditos que otorga sobre la tasa de interés básica.
"Es tan grande el préstamo que se hace difícil su sostenibilidad en un período corto, es por eso que estamos trabajando para que la tasa de interés sea lo mejor posible, y planteé en el G20 la reducción de los sobrecostos en la tasa de interés del FMI”, indicó Guzmán.
En torno a la política de recargos que aplica el FMI, el ministro advirtió que "afecta de manera desproporcionada a los países emergentes y de ingresos medios con las cuotas más bajas, y es procíclica, porque impone condiciones más duras a los países que tienen condiciones de mercado más adversas”.
En línea con el planteo del Gobierno argentino, el G20 instruyó al FMI para tomar acciones con el objetivo de "formular una propuesta para una asignación general de Derechos Especiales de Giro y continuar con la iniciativa de suspensión de la deuda para países más pobres" mientras dure la pandemia.
Haciendo mención a la iniciativa, Guzmán dijo que "la Argentina apoya plenamente una nueva asignación general de Derechos Especiales de Giro, que proporcionará fondos para las economías de ingresos bajos y medios que se necesitan con urgencia".
La intención inicial del gobierno nacional era alcanzar un acuerdo en mayo para poder obtener la llave de una renegociación del vencimiento de US$ 2.800 millones con el Club de París. Sin embargo, si las negociaciones lo requieren, el Gobierno aseguró que no apresurará los tiempos, priorizando un buen acuerdo con el FMI.
