viernes, marzo 29, 2024

Kicillof va por deuda en dólares en medio de la pandemia: qué opinan los economistas

Esta semana el Gobernador giró el nuevo proyecto en el que solicita autorización para tomar deuda por 500 millones de dólares y $28 mil millones.

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El gobernador Axel Kicillof esta semana puso sello y firma al proyecto de pedido de endeudamiento por 500 millones de dólares y $28 mil millones y envió copias a los despachos de los diputados provinciales, en medio de un reordenamiento de las prioridades por la pandemia, una importante caída de la recaudación y de la actividad económica.

A esto se le suma el retroceso a una virtual fase 1 en 35 distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que prolongará la crisis económica. En paralelo, el Kicillof busca cerrar su reperfilamiento de USD7.148 millones de bonos en moneda extranjera, cuya negociación se extendió hasta fianales de julio. En este contexto, si bien desde la oposición reconocen que los números “son razonables”, una comparación con los números autorizados a María Eugenia Vidal lo demuestra, piden discutir el destino de los fondos y una partida para los intendentes.

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Las últimas novedades al respecto corresponden a la extensión del plazo para negociar hasta el 31 de julio.

 

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Fuera de la rosca, Diputados Bonaerenses habló con dos economistas que ocuparon cargos de relevancia a nivel Nacional y Provincial para poner sobre la lupa el primer pedido de endeudamiento de la era Kicillof.

En ambos casos resaltaron que la estrategia es por ir por deuda en dólares con tasas bajas del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para enfrentar la emergencia sanitaria, la compra de insumos, programas sociales, y programas de trabajo; apoyaron la emisión del bono para proveedores por hasta $20 mil millones y destacaron la flexibilización a los intendentes.

 

 

Martín Di Bella (**)

 

“En el proyecto del Gobernador está previsto que sea destinado a cuestiones sociales y sanitarias, en este contexto de pandemia creo que es lo correcto. El financiamiento con esos organismos internacionales siempre es positivo porque las condiciones en que se toman los créditos son posibles, cómodas, el Estado no los sufre, no son créditos con fondos buitres, te dan plazos, tasas. El Gobernador tiene que evitar cortar la cadena de pagos, porque en esta situación de caída de recaudación propia y Nacional (y por ende de la coparticipación) busca alternativas para no cortar la cadena de pagos a nadie y que las empresas que proveen al Estado mantengan la confianza”.

 

 

“Me parece que la Legislatura va a terminar acompañando, los legisladores son inteligentes y entienden la coyuntura, está pidiendo algo lógico para que todos accedan a un régimen sanitario, que los hospitales funcionen; es una herramienta razonable y ese primer artículo que les permite una holgura a los intendentes porque estamos ante una situación financiera compleja es beneficioso. Esta situación, de todos modos, es algo que arrastramos desde abril de 2018, la economía está totalmente enferma y debilitada, hay un gran desajuste que ya venía y ahora surgió esta complicación de la pandemia”.

“No están dadas las condiciones para aprobar un Presupuesto porque nadie sabe qué va a venir, es más acertado manejarse con el anterior, reconducirlo y trabajar sobre eso. Si la oposición quiere saber a dónde va el dinero, si lo piden, hay una Bicameral de Seguimiento, además la firma de acuerdos con organismos multilaterales es transparente. Es lógico que el destino sea el pago de proveedores mientras que otra parte se destinará al pago de sueldos o comprar más insumos. Si la oposición le pide información detallada al Gobernador y sus funcionarios, lo responderán. Creo que son números razonables y hacen a que la Provincia siga funcionando pese a los años anteriores de mala gestión que hacen que nos enfrentemos a este escenario”.

 

Horacio Rovelli (*)

 

El problema acá es que los ricos de la Provincia no aceptaron pagar ni una mínima contribución, debemos recordar cuando se trató el Código Fiscal. Once millones de hectáreas bonaerenses están en manos de 2.523 establecimientos agropecuarios, cuando se debatió el código fiscal se mostró que 211 familias son dueñas de esas hectáreas, nada les costaba a ellos hacer un aporte para no salir a pedir 500 millones de dólares, que se le está pidiendo a un organismo internacional, la Provincia está muy endeudada, el gobierno de Vidal dejo una enorme deuda casi toda en moneda extranjera, una situación de estrangulamiento financiero, por eso se está negociando con los bonistas privados. Ahora nos encontramos con esta enfermedad y se tuvieron que hacer urgentes gastos para la salud que tenía hospitales sin terminar.

 

 

“No se avanza con una ley de impuesto a las grandes fortunas porque el Senado de la Provincia se opone. Hay una fuerte presencia y representación de esos sectores que no quieren aportar. El Código Fiscal se discutió y perdió, en ese momento se buscó ajustar las boletas, hicieron un escándalo y lo rechazaron, fracasó”.

“Este proyecto de deuda se va a aprobar, es con organismos internacionales a largo plazo y a tasa baja, lo van a aprobar porque no lo pagan ellos, los otros $8 mil millones es una ampliación de la emisión del tesoro que se da año a año, estamos en emergencia hoy y cuando aumente el nivel de actividad va a aumentar el nivel de ingreso brutos, los otros $20 mil millones ya están en déficit porque son para proveedores y contratistas del Estado a los que se le compran insumos y hay que pagarlo de algún modo. Visto y considerando que el Senado tiene la llave de la cuestión y no están dispuestos a que los dueños de la tierra paguen nada, lo van a aprobar. Es plata que ya está gastada en todo lo que se tuvo que comprar y hacer para contener esta situación del Coronavirus”.

 

(*) Martín Di Bella es economista de la UNLP y fue el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) desde 2009 a 2013 durante el primer mandato de Daniel Scioli al frente de la Provincia.

(**) Horacio Rovelli economista y docente de la UBA, fue Director Nacional de Programación Macroeconómica en el Ministerio de Economía y Finanzas de la Nación durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.

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