En épocas de polarización y caída en las encuestas vale todo. Los comandos de campaña evalúan mensajes, temas, territorios, redes sociales y también detalles importantes como la imagen de los candidatos en las boletas.
Este último ítem quedó bien marcado en la papeleta que Juntos por el Cambio pondrá en los cuartos oscuros en agosto y octubre, que resalta de sobremanera la figura de María Eugenia Vidal.
A diferencia de Mauricio Macri, que aparece junto a su candidato a vicepresidente, el peronista Miguel Pichetto, la mandataria bonaerense está sola, sin el radical Daniel Salvador.
Asimismo, es la única vestida de color diferente. Vidal aparece con una camisa roja que la hace resaltar por sobre el resto que se distribuyen los colores celeste, blanco y rosa.
El color no fue librado al azar. Los estudiosos de la imagen dicen que llama la atención, otorga poder, logra un efecto de cercanía y trabaja sobre el concepto de reconocimiento.
“Funciona bien cuando se quiere ser el centro de atención, porque genera impacto y excitación”, analizó Laura Malpeli de Jordaan, asesora de imagen certificada por Colour Me Beautiful.
La estrategia busca que la imagen de Vidal sea la que se imponga en una mirada rápida, como suele suceder en el cuarto oscuro cada dos años. De hecho, en los laboratorios de campaña hicieron pruebas con buenos resultados.
Las encuestas con las que trabajan en el búnker bonaerense hablan todavía de un triunfo de Axel Kicillof por cinco puntos, con una fortaleza grande del Frente de Todos en el Conurbano, sobre todo en la Tercera sección.
Por eso, en la carrera de intentar rescatar algunos puntos en las secciones electorales donde peor está la imagen de Macri y, claro, de salvar sus propias ropas, vale todo.
