El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, junto al ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, presentaron hoy el proyecto de “Ley Tahiel” que busca crear la figura de homicidio vial para penar a los que matan corriendo picadas.
El nombre de la iniciativa recuerda a Tahiel Contreras, el nene de seis años que murió atropellado durante una picada, mientras esperaba con sus padres en un semáforo para cruzar la ruta 21, en Laferrere.
Esas prácticas dejarían de ser consideradas como un accidente, para pasar a tener la misma condena que un homicidio, de 8 a 25 años. “El desprecio a la vida tiene que tener el mismo castigo en el Código Penal”, consideró Massa.
“Que sea la última muerte en vano y que nos demos como sociedad y como Parlamento, una fijación de nuevas normas de conducta, para que los hechos no se reiteren”, pidió el titular de Diputados.
La familia de Tahiel, junto a otras familiares de víctimas de siniestros viales, formó parte de la presentación en el Congreso. Su madre, Noelia Díaz, pidió que el proyecto “se haga ley” y reclamó “justicia por el asesinato su hijo y para todas las víctimas”.
El texto del proyecto establece penas de 8 a 25 años de prisión y detalla que el delincuente vial quedará preso desde el momento cero de la investigación, como así también le recaerá la pena absoluta de inhabilitación para conducir.
También estuvieron presentes el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Carignano, y los diputados Carolina Gaillard -presidente de la Comisión de Legislación Penal-, Paula Penacca, Carlos Selva, Facundo Moyano -vicepresidente de la Comisión de Transporte-, Ramiro Gutiérrez y Nicolás Rodríguez Saá.
El debate en comisiones, también tendrá otro texto similar presentado esta semana en Diputados por el bloque Juntos por el Cambio. Esta propuesta lleva la firma de la diputada María Luján Rey y es impulsada por Viviam Perrone, la fundadora de Madres del Dolor.
Por eso se llama "Ley Kevin" en memoria de su hijo, que murió a los 14 años después de ser atropellado y abandonado por Eduardo Sukiassian en el año 2002. El texto consiste en elevar las condenas por participar en carreras ilegales y por conducción imprudente.
También busca establecer una pena de 8 a 25 años de cárcel e inhabilitación de por vida es para todo el que mate por conducir en forma imprudente, esté participando en una picada o no.
Al mismo tiempo, la sanción para el que participe en una carrera ilegal o la organice se elevaría a entre 9 meses y 4 años de prisión, más inhabilitación para conducir por el triple de tiempo de la condena.