miércoles, abril 24, 2024

Los dueños del odio

¿A quién le sirve el atentado a Cristina Kirchner? Más grieta, polarización y caos económico. Un análisis urgente en medio de la conmoción.

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(*) Por Juan Manuel Negri

Van más de 48 horas de profunda conmoción política. Si la bala destinada a Cristina Kirchner hubiese sido disparada, hoy la Argentina estaría envuelta en un caos social devastador. Hay ejemplos de magnicidios que desataron guerras civiles, derramaron sangre y motivaron conflictos internacionales. Igual hubo daños: la democracia fue herida, el contrato social resentido y el país empujado a un abismo de peligros.

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El atentado a Cristina Kirchner se inscribe en una secuencia de hechos que desde hace una década vienen siendo el combustible para los discursos de odio y la violencia política. Hay un tercer actor, el poder real, que opera en las sombras para beneficiarse de la grieta, la polarización extrema y el desorden político.

Son los dueños de las balas, del odio y de la Argentina.

En un repaso rápido, causas judiciales como la muerte del fiscal Alberto Nisman, los trasnochados bolsos de José López, los misteriosos cuadernos de la corrupción y el grave atentado a Cristina Kirchner parecen tener puntos de contacto. Son episodios desprolijos, rodeados de cabos sueltos e irregularidades, con consecuencias judiciales, que originan discursos de odio, promueven la polarización y alientan al desorden político.

Más cerca en el tiempo, las amenazas de muerte contra Cristina Kirchner y Alberto Fernández, los piedrazos al Senado nacional, los disturbios en la previa a la asunción de Sergio Massa, las guillotinas, las horcas y las bolsas mortuorias, por mencionar solo algunos antecedentes, sirvieron la mesa para que el magnicida apriete el gatillo.

El arma usada en el atentado contra Cristina Kirchner.
El arma usada en el atentado contra Cristina Kirchner.
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En ese esquema, los partidos políticos, dirigentes, medios de comunicación o magistrados son instrumentos, en algunas oportunidades circunstanciales y en otras permanentes, que garantizan que la grieta se siga ensanchando. Con el grave atentado a Cristina Kirchner otra vez los que ganan son los dueños del odio.

Pese al repudio generalizado, las horas posteriores a que un arma apta para disparar estuviese a centímetros de la vicepresidenta dejaron en claro que el intento de magnicidio sólo profundizará las divisiones. Dirigentes que relativizaron el atentado, apenas algunas fotos conjuntas, una masiva marcha sin presencia opositora y una sesión de repudio en el Congreso que estuvo atada con alambre.

En la Legislatura bonaerense, donde Juntos pone condiciones para asistir a la sesión especial doble del lunes que viene, en una reunión posterior a la conferencia de prensa en la que se condenó el intento de asesinato de Cristina Kirchner desde una de las jefaturas del Frente de Todos partió la orden de “estar dispuestos a todo”.

Un trabajo de la consultora Taquión analizó la conversación de 158 mil personas en las redes sociales en las horas posteriores al atentado a la expresidenta y determinó que cerca de un tercio, el 31%, duda o avala el intento de magnicidio. Nada indica que la polarización vaya a amainar.

Las injusticias sociales, la inflación descontrolada, el desorden económico y las profundas divisiones, siguen ahí, pese a que los diarios no lo muestren. En medio de la conmoción el poder real sobrevuela como un ave de carroña.

Como se analizó en esta columna hace algunos días, en la superficie política, la grieta, muchas veces sobreactuada, abona la centralidad de Cristina Kirchner en el ecosistema del Frente de Todos, sube al ring al ala dura de Juntos por el Cambio, anula las opciones electorales más moderadas y también sirve para invisibilizar realidades.

Pero en las profundidades, tanto la grieta como el salvaje atentado contra la expresidenta, otra vez benefician a los dueños del odio, de las balas y de la Argentina, que esta semana le pusieron una pistola en la cabeza a la democracia en vivo, frente a las cámaras de televisión.

Para ellos, todo, incluso un intento de magnicidio, es ganancia.

(*) El autor es director del diario digital Diputados Bonaerenses.

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1 COMENTARIO

  1. buena nota aunque no termina de quedar clara la respuesta a la pregunta implicada: ¿A QUIEN BENEFICIARIA LA MUERTE DE CRISTINA?

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