En las últimas horas, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) de Mar del Plata rechazó la propuesta del intendente, Guillermo Montenegro, de otorgarles un aumento salarial del 13% a pagarse con los salarios de julio y agosto, es decir, del 6,5% por cada mes.
De esta manera, los representantes de los trabajadores municipales convocaron a un encuentro entre la comisión directiva y el cuerpo de delegados del Ministerio de Trabajo de Nación, con el objetivo de exigir una propuesta superadora a la de Montenegro y recomponer la pérdida del poder adquisitivo de los últimos meses.
En detalle, el sindicato de municipales implementó un sistema de votación electrónico durante el fin de semana, mediante el cual los afiliados rechazaron la magra propuesta de Montenegro, que también pretendía cerrar las paritarias hasta septiembre, con el 67% de los votos.
Cabe mencionar que, además el municipio de Mar del Plata pretendía tratar el tema salarial por fuera de las negociaciones paritarias, mediante reuniones periódicas junto a los representantes sindicales, con motivo de analizar la evolución de las finanzas.
“Ante la presencia del veedor del Ministerio de Trabajo de la Nación, la amplia mayoría de los trabajadores municipales rechazó la propuesta del Departamento Ejecutivo”, comunicó el gremio de los trabajadores de Mar del Plata.
Es preciso recordar que, los municipales de Mar del Plata y el gobierno de Guillermo Montenegro mantuvieron un continuo conflicto durante los últimos meses debido a la falta de acuerdo paritario. Si bien hubo varias reuniones, el gremio exigía un 35% de incremento mientras que los representantes del Ejecutivo les ofrecieron un 10%.
Ante la negativa de ambas partes de ceder, Montenegro decretó el aumento con la oferta del 10%, lo que causó el enojó del gremio de los municipales que denunciaron un incumplimiento por parte del alcalde y que anunciaron un “plan de lucha a matar o morir”.
En ese sentido, Montenegro realizó varios contraataques a los municipales de Mar del Plata. En primer lugar, le descontó los días a los estatales que participaron del paro de 48 horas producido a finales del pasado abril; y luego presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para que sean considerados “esenciales“, con el fin de bloquear cualquier tipo de medida de fuerza que implique la interrupción o suspensión del trabajo.