Conmoción vive por estas horas la comunidad de Tandil por la investigación del homicidio del cineasta Bruno Vergagni, quien fue hallado sin vida en su departamento con visibles signos de violencia física.
Todo comenzó cuando una amiga de la víctima llegó al complejo de departamentos donde residía el productor del área de Medios de la Unicen y al tocar el timbre insistentemente no tuvo respuesta, hecho que le llamó la atención.
Luego de insistir e intentar localizarlo de forma telefónica, se acercó a un almacén situado en la entrada del complejo y le solicitó a la empleada que le abriera el portón, ya que ella conocía un lugar donde su amigo solía dejar un juego de llaves.
Una vez en el complejo, decidió ingresar al departamento. Fue ahí que se encontró con el cuerpo del joven tendido en el piso, en un charco de sangre y la vivienda en un desorden generalizado.
Ante el confuso escenario, en estado de perplejidad, la joven inmediatamente llamó a la Policía, quien se apersonó rápidamente en el lugar junto con el fiscal Damián Borean, funcionario a cargo del caso, y personal de la DDI.
Minutos más tarde, llegó el personal de Policía Científica, procedente de Azul, que realizó los peritajes correspondientes en el lugar, donde, al momento, no descartan la hipótesis de robo, debido al estado del departamento.
La escabrosa noticia se difundió rápidamente y se apersonaron al lugar del hecho conocidos del joven, al tiempo que, se produjo una gran consternación en el ámbito de la Universidad Nacional del Centro y en el ambiente artístico, donde Vergagni era muy conocido.
Por otra parte, el fiscal tomó la declaración a vecinos, amigos y comerciantes de la cuadra, con el fin de reconstruir los últimos movimientos del joven y tratar de esclarecer las circunstancias en las cuales sucedió la muerte.
Al momento, la principal hipótesis que manejan desde la fiscalía es la de homicidio, ya que el cuerpo presentaba golpes importantes en la cabeza, que se habrían producido con un objeto contundente que no fue hallado en la escena del crimen.
Uno de los principales testimonios lo aportó una de las vecinas quien el domingo, en horas de la noche, alrededor de las 20.30, vio a la víctima hablando por teléfono en su balcón, gritando, hecho que le llamó la atención porque parecía nervioso.
En su relato, señaló que el joven de 35 años entraba y salía, de la habitación vociferando, aunque no alcanzó a escuchar qué lo había alterado. La testigo también describió que en el living del departamento, que da a la calle, se observaba una enorme pantalla encendida, que emitía intensas y llamativas luces de colores.
Finalmente, luego una jornada de trabajo intensa de la Policía Científica en el lugar del crimen, aún no hay precisiones sobre la fecha para la operación de autopsia que se realizará en Azul.
