En medio de crisis económica que amenaza en llevarse puesto al Gobierno de Mauricio Macri y golpea con crudeza a los trabajadores, la CGT ratificó que no adherirá al 30 de abril convocado por frente sindical opositor.
“El paro no tiene nada que ver a lo que estamos hablando. Los gremios de transporte trabajan el 30 y el feriado del 1 de mayo se toman el día porque su salario se lo lleva Ganancias”, expresó Carlos Acuña, uno de los secretarios generales.
La central obrera llamativamente viene negándose a llamar a un paro general porque “no están dadas las condiciones”. Sin embargo, la debacle económica fue reflejada por la inflación de marzo que de manera interanual alcanzó un 54,7%.
Asimismo, fue reconocida por el propio Macri al lanzar el reconocido “plan alivio” que busca reponer los números en las encuestas. Los despidos tampoco frenan y los indicadores económicos –en todos los casos- siguen hundiéndose.
Pese a este contexto sombrío, la CGT todavía no ve “condiciones”. En cambio, la central sindical con demasiada prudencia se limita a mantener “una ronda de conversaciones” y estira la definición.
“El miércoles nos vamos a reunir con la Pastoral Social, para evaluar la situación social. Y a partir de esas rondas, luego con los cuerpos orgánicos decidirán el camino a seguir”, explicó Acuña.
Por ahora, el paro del 30 de abril llamado por el por el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) que integran La Bancaria, el Smata y Camionero, sigue sumando adhesiones.
Participarán de la medida las tres vertientes de la CTA, APLA (Pilotos) que preside Pablo Biró, la Unión Ferroviaria Seccional Oeste a cargo de Rubén Sobrero, la Ctera de Sonio Alesso y Suteba de Roberto Baradel.